La autocrítica estuvo absolutamente ausente.
Un amigo mío que, es miembro histórico del partido y del Directorio Nacional del PRD y que estuvo presente, me informó que la reunión del pasado sábado representó para él una profunda decepción, porque pensaba que habría un debate autocrítico y por el contrario, todo estaba milimétricamente elaborado en la agenda, de modo que, no hubo tal espacio para hacer el ejercicio de un balance crítico de toda la coyuntura nacional, más allá de lo que estaba pre elaborado cuidadosamente, a lo cual no se le agregó casi nada. Tal cuidado se tuvo para preparar esta reunión que, desde hace 15 días atrás enviaron comisarios políticos e incluso a altos funcionarios a garantizar un directorio dócil y obediente.
Era la oportunidad, me dice, para hacer un balance objetivo de la realidad nacional desde un ángulo crítico, y prefirieron conducirse sin reconocer el gran drama nacional y hacerse la vista gorda de los problemas fundamentales por los que transita la nación entera. Traté, me dijo, de ponerme de acuerdo con otros directores para pedir una apertura al debate y no conseguí mayor respaldo porque me dijeron que no querían caer en desgracia con quienes están manejando el partido desde el gobierno. Me señaló que lejos de ser el partido el que condujera la línea política del Gobierno, era el gobierno el que le imponía al partido la línea, para lo cual desean un partido cuadrado (sometido) literalmente por el gobierno.
Antes, me agregaba, los directorios eran ocasión de profundos debates acerca de todos los temas nacionales e incluso los internacionales. Ahora existía un documento de una declaración a la que se pidió mantenerla tal como estaba con el argumento de que se había consensuado con todos los sectores del partido, hecho que no me consta, enfatizó el amigo. El PRD, me externó, ha dejado de ser ese partido orientador a la sociedad panameña, para hacer lo mismo que hacen el resto de los partidos, que ni siquiera debatimos acerca de las nuevas reformas electorales, ni el papel de la Asamblea Nacional con mayoría PRD, me confirmó.
Alguno que otro allí, en los pasillos cuestionaban, pero hablaban bajito acerca de los nombramientos de los pocos delegados que hacen falta y otros reconocían que el PRD, lejos de crecer, están renunciando miles en todo el país. En una suerte de psicología escapista, hablaban más que del presente dramático, como eludiendo, de la campaña de 2024, y presentando como un hecho, la candidatura del vicepresidente de la república, acompañado del presidente actual del partido como su vicepresidente.
El discurso del presidente de la república, al final del evento, tuvo alguna relevancia, pero adoleció también de la autocrítica que, es tan fundamental para enderezar el rumbo y poder acceder a recuperar la confianza de los panameños terminó argumentando el amigo, que por razones de que no enfilan las baterías contra él, guardamos su identidad.
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