El gabinete que ha constituido Mulino, está lejos de ser un gobierno de unidad nacional.

El Fenómeno Político Que Se Vivió Y Se Vive En Nuestro País, No Es Nuevo En Latinoamérica. Gobiernos Que Ascienden Al Poder, Apoyados, Por Sectores De Lo Que Se Denomina Gente De Los Intramuros.

Por Ramiro Guerra M.

Jurista, escritor y cientista político.

 

Muchos políticos, incurren en el desacierto, de que una vez que son poder, de administrar el sector público con reglas y código del manejo gerencial empresarial.

Pienso que el lic. José Raúl Mulino, es del criterio que un empresario está mayor capacitado para dirigir una institución del estado. En el sector privado, se procura ganancia y en público, servicios eficientes.

Uno de los primeros presidentes que le escuché disertar sobre este traslado de lo privado a lo público, como la mejor forma de gerenciar el estado y sus instituciones, fue el expresidente del Brasil, Fernando de Collor Mello. No solo fue un fracasado, sino todo un monumento a la corrupción. Se definía como un presidente de apoyo al capital y la empresa privada.

Tenemos igual el caso del actual presidente del Ecuador, Daniel Novoa. Empresario muy rico y que igual se define como un hombre de la empresa privada. Este país sufre una crisis permanente.

Igual en el Perú, una presidenta que llegó a ser vicepresidenta y que se definía como popular, en la crisis de la salida del presidente Pedro Castillo, dió un salto oportunista y quedó sirviendo a la empresa privada en el Perú.

En lo que concierne a nosotros, el expresidente Ricardo Martinelli, quien, a inicio de su carrera política, exhortaba a la clase empresarial entrar al mundo de la política. Un exacerbado hombre que hacía gala de un populismo de derecha y con fuerte rasgo autoritario.

Estos gobiernos, gracias al poder mediático que controlan y a la pobre formación ideopolítica de la población, logran ascender al poder.

Una nota común, es que, los mismos sectores que facilitan su ascenso al poder, más rápido que lo que canta un gallo, se distancian de lo que pensaban, que del cielo llovería maná y chen chen.

Ahora, la verdad salió a relucir, el país está sumergido en una grave situación de recursos financieros. No hay Chen chen.

Cortizo dejó endeudado al país como nunca antes; a la empresa privada se le debe miles de millones. Como lo han señalado algunos recién escogido para gobernar, para el gobierno es prioritario pagar esa deuda.

No tengo la menor duda que, el abogado José Raúl Mulino, asciende a la presidencia con panorama sombrío.

Y lo grave de lo anterior, integra su gabinete con empresarios, gerentes y ejecutivos, siguiendo la línea que están mejor capacitado para dirigir el país. Eso es terrible en tanto un gabinete así constituido, adolece de capacidad e intermediación social.

El nuevo presidente es un hombre de extracción media y no proviene de la oligarquía. Veo difícil que pueda cumplir con lo que dice, que él, no responde a nadie. Ojalá eso aplique al Conep, a la cámara de comercio y otras organizaciones empresariales, que celebran que finalmente de cuerpo presente llegaron al poder.

Lo reitero, terminarán enredando al presidente y colocándolo como un rehén de palacio, que ahora consideran su cuartel.

Gobernar a contrapelo del pueblo, la sociedad civil y los trabajadores, para privilegiar a la clase empresarial, nos llevará a escenarios de confrontación que se pueden evitar.

El presidente José Raúl Mulino comete un error, los gobiernos tecnócratas terminan siendo un plomo. No observo cuadros con la capacidad de mediar y conectar con la inmensa mayoría.

Por otro lado, señor presidente electo, usted le prometió a la nación constituir un gobierno de unidad nacional para salir de la crisis en que estamos sumergidos. Sin embargo, lo que se observa es que estamos lejos del cumplimiento de esa promesa.

Un gobierno de unidad nacional con objetivos y propósitos comunes se integra con la inclusión de los diversos sectores orgánicos de la sociedad, y es evidente que, el gabinete que usted ha constituido, está lejos de ser un gobierno de unidad nacional.

Tengan la seguridad, que las presentes críticas, están dirigidas a que se reflexione en torno al camino por donde se quiere enrumbar, con el argumento de una nueva república.

Tenga la seguridad que, si la vida y el correr del tiempo, me dejan entrever que el equivocado fui yo, no dudaré en aceptar que me equivoqué.

Dios bendiga nuestra patria.

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