A propósito del proyecto de ley que reforma la ley 6 de 1997, del sector eléctrico.
Por Ramiro Guerra M
Abogado y cientista político.
Asesor legal del Sitiespa.
El tema de la energía eléctrica, compete a todos los panameños.
Los precios de la energía eléctrica, constituye un dolor de cabeza para los usuarios del sistema y en particular las distribuidoras. Precios por las nubes.La energía eléctrica, reitero lo que se haga o deje de hacer en este sector, tiene que contar con la participación de los panameños.
Sin embargo, para los diputados lo anterior les resbala. La reforma va porque va. Una actitud similar cuando a tambor batiente aprobaron la ley 406 del contrato minero.
Recién el secretario general del sindicato que aglutina los trabajadores del sector eléctrico, en un documento análisis del proyecto, concluye que esas reformas son nefastas y en nada ayudará a reducir costo de la energía eléctrica.
Según el dirigente los grandes ganadores con esas reformas, son las empresas generadoras, sobre todo una de nacionalidad estadounidense, que controla el mayor paquete accionario y es dominante en el mercado. Les siguen las distribuidoras y la mayor afectada es Etesa, que ve reducida sus ganancias.
Con relación a Etesa, el proyecto en la asamblea, apunta hacia su privatización. Hay intereses económicos detrás de tomarse esa empresa
También, las reformas se quedan cortas, al limitar el poder de ente regulador de los servicios públicos. Es un convidado de piedra.
Algunos ingenieros en el tema, señalan que las empresas generadoras son las que, en realidad, determinan todo lo relativo al sistema productivo de la energía eléctrica Tienen un poder sobre los gobiernos
En síntesis, el proyecto de ley que se debate en la asamblea de diputados, está movido por intereses que nada tiene que ver con el pueblo.
Somos del criterio, que de hacerse ley el proyecto de marras, no debe ser sancionado por el presidente Cortizo.
La razón, es inconsulto y por ello antidemocrático.
Somos de la opinión, que hay que volver sobre la mesa de un amplio diálogo para abordar lo pertinente a las reformas de la ley 6 de 1997.
Es evidente que le están colando un gol al pueblo panameño, para favorecer intereses de los oligopolios y monopolios que hacen y deshacen a su voluntad con la actividad eléctrica del país.
Basta de complicidad del gobierno, que guarda silencio con lo señalado.
Lo de empresa mixta es puro cuento. El estado no decide nada con relación al sector eléctrico.
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