José R. Acevedo C.
El denominado Estado Profundo, prácticamente es desconocido por casi la totalidad de la humanidad. El Estado Profundo es real, no es ficción, ni su origen se encuentra en teorías conspirativas ni muchos menos de fe o ideológicas de izquierda.
Es una creación política-socioeconómica, mediante el cual una minoría que controla la riqueza mundial hace un gobierno paralelo (imperceptible) con los gobernantes, sean demócratas o autoritarios. No se ocultan, exponen sus teorías de hegemonía y control de la humanidad, la necesidad de impedir el crecimiento demográfico, más allá de las tesis malthusianas (impedir incrementar la demografía y aumentar el consumismo dependentista). Gran parte de la humanidad para ellos es innecesaria y por ende, debe desaparecer, sin importar el método a utilizar.
Se sirven de los gobiernos, cualquiera que sea, para concretizar sus aspiraciones irracionales contra natura.
Desean un mundo mínimamente poblado por personas que estén a un nivel económico a sus prioridades.
Cuando alguien intenta descubrirlos, viene la negación y el descrédito social, ideológico y legal. Para tales efectos utilizan a los gobernantes y las leyes.
El Estado Profundo es el poder real, sin un presidente o primer ministro, rey, mulá, etc.
Muchos de los desastres naturales de la época son acciones ejecutadas desde el Estado Profundo. No es ficción, está sucediendo hoy.
Para esta élite, la guerra nuclear es cosa del pasado. Tienen armas más poderosas, que destruyen humanos y no la infraestructura, como la bomba de neutrones capaz de matar a los seres humanos a tres kilómetros del epicentro, dejando escasa radiación, que hace posible a corto tiempo ocupar las infraestructuras intactas.
Tienen un control sobre el cambio climático y sobre los movimientos telúricos a través del HAARP ( Programa de Investigación de Aureola de Alta Frecuencia), in situ en Alaska y matizado como solo un programa diseñado para estudiar el cambio climático. No es así, este programa tiene capacidad de controlar el clima, originar sismos, es un arma demoledora. Por ello Rusia y China, están en una apresurada carrera de generar sus propios sistemas, pero más ampliado, sin embargo, hay que precisar que el Estado Profundo, a veces directamente; en otras ocasiones mediante la ausencia de un interés o conocimiento de los gobiernos de saber el propósito del sistema de antenas que controlan la aureora de alta frecuencia (su alcance y poder destructivo) y/o mediante actuaciones opacas de científicos y mandos políticos corruptos, prestan todo apoyo a este desarrollo, cuyo interés único es destruir las dos terceras partes de la humanidad. Ya esto fue anunciado por Cristine Lagarde, Gates B y otros seres económicamente muy poderosos.
El objetivo de este artículo es invitar a una mayor investigación y actualización, conocimiento del Estado Profundo, ir más allá de la epidermis de la información disponible, y que tiene tentáculos en todos los países. 10 Hay varios Likes:) Gracias...