candidato a la primera subsecretaría del CEN
Conversatorio con Gonzalo Delgado a propósito del desarrollo de los congresillos del PRD
El Partido Revolucionario Democrático (PRD) se organizó con el propósito de consolidar
a conquista de nuestra soberanía en todo su territorio. Para los efectos de afianzar ese objetivo era necesario también, el bienestar, la equidad y justicia social para todos los panameños. Ese otro objetivo torrijista que significa lograr el desarrollo social del país, se postergó desde 1989, como resultado de la invasión norteamericana contra Panamá el 20 de diciembre de ese año.
Además la falta de transparencia y evidente corrupción se añade a la casi infranqueable desigualdad que cada vez es más palpable y ostensible. Más de un tercio de la población adolece de lo mínimo vital y se encuentra empobrecida en un país que encabeza los porcentajes de crecimiento económico más alto de la región por décadas. Por cierto, también tenemos la deuda más grande que ya estamos pagando con creces.
En ese escenario el PRD encabezó una propuesta electoral que logró el triunfo en el 2019 con Laurentino Cortizo Cohen después de 10 años de estar fuera del poder y en oposición a los gobiernos de Ricardo Martinelli y de Juan Carlos Varela.
El PRD es el único partido con un nodo de transparencia que es de acceso público. Reconocemos que tal mecanismo es altamente positivo y que ha sido un esfuerzo llevado a cabo por el Secretario General Pedro Miguel González y el equipo técnico de trabajo.
La intención del Secretario General la observamos como una emulación que con la Visión 20-50 #PRDPANAMA, replica lo que en su momento fue el Proceso Revolucionario torrijista 70-2000 a 30 años y que entonces, bajo la consigna: “Una sola bandera, un solo territorio”, se pudo alcanzar la soberanía nacional.
Sin embargo, al margen de esos grandes logros históricos, desde la invasión hasta el presente, de los siete gobiernos sucesivos, de los cuales el PRD ha tenido tres, ninguno ha podido equiparar ese desbalance social que existe en el país. Una situación agravada por la pandemia y que no justifica de ninguna manera, lo que viene ocurriendo en la administración pública y en la conducta de algunas corporaciones privadas.
Y vemos que, si en el terreno de la gestión de salud llueve, en otras áreas no escampa. Lo observamos por ejemplo en el terreno diplomático, cuando recientemente hemos tenido la visita de tres personajes funestos y todos con la misma agenda. Al Señor Antony Blinken, Secretario de Estado de los Estados Unidos y a Alejandro Mayorkas, Secretario de Seguridad Nacional. Quienes bajo la fachada del tema de Migración y protección regional, en el fondo a lo que vinieron fue a determinar e imponer su agenda imperial belicista a los países latinoamericanos para que tomen posición a favor de la guerra que promueve la OTAN y E.U. contra Rusia y que eligieron a Ucrania como teatro de ese conflicto.
Eso incluso, compromete la posición de neutralidad de Panamá. Y para terminar de hincar el último clavo al ataúd, inmediatamente después, vino a pastorear el Sr. Josep Borrell, un taimado personaje que perteneció al Partido Socialista Obrero Español, a esa izquierda española que ahora está derechizada frente al conflicto ruso-ucraniano.
Pero además, han sido tantas las fallas de nuestra política exterior que la ambivalencia es evidente con respecto por ejemplo, a lo que se le dijo a China por un lado y de inmediato, acá se cambió el discurso sobre lo que se habló con los emisarios del gobierno estadounidense. La situación es hasta de risa, cuando aun Panamá, no ha cambiado a Sr. Guaidó y lo mantiene de presidente de Venezuela, siguiendo instrucciones gringas. Bueno, nunca lo fue. Lo risible es que el propio E.U. reconoce a Maduro, y eso lo demuestra el hecho de que hace poco fue una delegación diplomática del gobierno de Biden a conversar con el presidente venezolano.
También ha habido fallas en la conducción de la cartera laboral. El Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral permitió que en plena pandemia, muchos empresarios de manera irresponsable, abusaran de sus trabajadores so pretexto de la pandemia. Este Ministerio permitió que se botaran a trabajadores sin el reconocimiento que infiere un emolumento económico por su antigüedad y algunos fueron recontratados por la mitad de salario y trabajando las 8 horas.
Todo eso nos ha llevado al momento actual, en medio de una serie de contradicciones que pareciese que el país solo gira alrededor de la circunstancia política interna que marca estos días de proselitismo para la escogencia de las autoridades del partido. Todo se ha metido en el canjilón de esta actividad, incluyendo sobre todo, al Ejecutivo y al Legislativo que han provocado una épica batalla por hacerse de la dirección del partido de Omar.
En este momento estos dos órganos mantienen una férrea disputa por ver quien domina el PRD, creyendo unos, que al consolidarse en la dirigencia del colectivo, eso les asegurará el triunfo en el 2024 y otros observando su participación y con la misma intención, de ganar para mantener sus espacios territoriales (circuitales- aldeano egoísta) y la posibilidad de ser ellos, quienes sean al final los negociadores con otras fuerzas políticas en alianzas que de ninguna manera está previendo una visión de país que garantice ese desarrollo social tan anhelado y que fue uno de los dos objetivos planteados por el propio Omar Torrijos.
Eso nos ha llevado a la contienda actual: y lo primero es sobre cómo se planificó toda esta campaña interna.
En este sentido, se entiende, pero no se justifica la forma de cómo se organizaron los “congresillos” del Partido Revolucionario Democrático (PRD) a nivel nacional. Una jornada relámpago como ha sido esta campaña interna del colectivo más grande del país que para muchos, ha resultado extenuante e imposible de cubrir, cuando por ejemplo en un solo día se llevaron a cabo al unísono, siete (7) reuniones de delegados o sea congresillos, en las diversas circunscripciones distribuidas en las provincias de Bocas del Toro y Chiriquí.
De esto surgen varias preguntas. Una es: ¿a quién beneficia esta forma maniobrera de hacer en un solo día siete congresillos cuya dispersión es tal que solo fue posible y a medias, hacer presencia trasladándose en avión o helicóptero, porque ni siquiera en carros se puede cubrir tanto espacio territorial por los tiempos, es decir eventos con ausencia absoluta de debate y solo para los que manejan grandes recursos que pueden costear los onerosos mecanismos de movilización.
Con éste, que se llevará a cabo el 15 de mayo, son 11 congresos que ha celebrado el PRD; en los 10 anteriores estas actividades políticas (congresillos) eran aprobados por el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) y los CDN, a razón de dos (2) congresillos por circunscripción, uno en la mañana y otro en la tarde, de tal manera que todos los candidatos al CEN, tenían la oportunidad de hablar, presentar sus propuestas o al menos presentarse para que lo conocieran y los mismos organizadores, cuando algún aspirante no se podía presentar, al menos mencionaban su nombre y el cargo al que aspiraba.
Debo reconocer eso sí, y felicito a las bases, que han demostrado un espíritu de cuerpo, primero en la escogencia de los delegados, después en los congresillos y que para el próximo 15 de mayo espero, que ellos mismos o sea los delegados ofrezcan su mejor aporte, sabiendo que tienen la gran responsabilidad de seguir construyendo desde abajo las oportunidades a través de un partido que retorne al camino del torrijismo de las oportunidades. Yo soy una propuesta de las bases, desde mi área de circunscripción, nacida en Tocumen, del circuito 8-10, del circuito 8-9, por igual San Miguelito y mucha gente hermosa que he venido conociendo y que ya conocía en las diversas provincias y de quienes estoy recibiendo su respaldo.
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