El pueblo de Israel se enfrenta a la pretensión de Netanyahu de suprimir la Democracia.

Manifestaciones en las calles de Tel Aviv sin precedentes.

Más de 100,000 personas marcharon ayer en la ciudad de Tel Aviv para protestar contra el gobierno del nuevo primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y sus cambios legislativos previstos, como una controvertida reforma judicial destinada a limitar severamente los poderes del Tribunal Supremo y no encontrar obstáculo para gobernar licenciosamente violando los derechos humanos de sus conciudadanos.

Las fuerzas democráticas de Israel, se han levantado y esta manifestación no tiene precedentes y muchos sectores advierten que Netanyahu quiere gobernar sin ninguna oposición lo que presume el propósito de introducir en ese país la arbitrariedad y el rompimiento del equilibrio democrático y el debilitamiento del Órgano judicial y someterlo a su antojo, lo cual nada le impediría de hacer lo que le dé la gana.

De acuerdo con los informes, la Policía ha bloqueó varias carreteras para impedir que los manifestantes, llegados de todo el país, se acercaran a la residencia temporal de Netanyahu. «¡Mi país tiene tres poderes, tres!», gritaba la multitud, entre la que había familias con niños pequeños, en referencia al principio político de la separación de poderes, en el cual los poderes legislativo, ejecutivo y judicial del Estado son ejercidos por órganos de gobierno distintos, autónomos e independientes entre sí y que ahora Netanyahu quiere violentar y disminuir los contrapesos a su administración.

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