Por Ramiro Guerra M.
Abogado, escritor y cientista político.
Definitivamente el sistema político electoral, a dos vueltas (balotaje) asegura mayor legitimidad social. Un gobierno tiene que ser elegido con el 50 por ciento de los votantes.
En el caso nuestro, que yo sepa, casi nadie, ha ganado con ese porcentaje. Veamos las últimas elecciones, Mulino gana con 800 mil y algo votos. Sin embargo, Lombana se aproxima a los 600mil, Torrijos a los 360mil, Zulay a los 130 mil y más, el PRD, más de 100 mil. Mas los votos en blancos y nulos, llegamos a la conclusión, de que más de un millón y medio de panameños, no votaron por el hoy presidente, Raúl Mulino.
Lo anterior nos lleva a sostener que, el gobierno que asciende al poder, con menos del 35 por ciento de los votantes, tiene que entender que no es representativo de lo que se denomina la voluntad mayoritaria.
Tiene legitimidad formal, en tanto esa son las reglas que rigen nuestro sistema electoral; pero de allí aducir que tiene suficiente legitimidad social, no es cierto.
A partir del resultado electoral, el gobierno elegido tiene el desafío de ganar más espacio social.
Ha habido gobiernos que, no han entendido lo anterior y por ello, tempranamente la risa se le convirtió en mueca.
En otro tema. En nuestro medio, muchos se jactan de tener moral, pero lo que no dicen es que tienen doble moral.
He observado a las organizaciones empresariales celebrar el triunfo del gobierno y más su recién electo gabinete. Igual algunas calificadoras de riegos.
Se sienten en el poder.
Como es la vida, los que no admiten, es que su odiado Ricardo Martinelli, fue el que puso los votos para sentirse contentos. Se escudan en los pantalones del nuevo presidente, para hablar del inicio de una nueva era, que da cuenta de un grado significativo del retorno de sectores de la oligarquía al poder. Es decir, además del poder económico, ahora cooptan y se toman el poder político.
¿Habrá encontrado el país y la sociedad, la anhelada pista de aterrizaje para salir de la grave crisis? Pienso que no.
No aceptar que el modelo de economía, es parte del problema estructural de los agudos problemas que enfrenta la nación y los panameños. Eso lo ha dicho la CEPAL.
Eso de llevar “chen chen” a los panameños, no veo de donde saldrán los recursos y solo constituyó un “gancho” para pescar incautos e inocentes.
En un artículo, propuse que se debe exonerar del pago de impuesto, a los que devengan hasta la suma de 2500. Y como contrapartida, aumentar la tasa de impuesto, a los ricos en Panamá.
Lo anterior, es poner “chen chen” en los sectores medios y trabajadores. Mejorar el poder adquisitivo de los panameños y por ende ayuda a dinamizar la economía. Igual rebajar el combustible.
Lo anterior lo hace un gobierno, que centre su gobernanza en las máximas de equilibrio e equidad. (por ahora, eso no se ve en el horizonte).
Resulta preocupante que el gobierno electo, ponga su canasta de huevos en mano de la empresa privada y las IFIS. El peligro es real, se tomarán monopólicamente el poder.
NOTA: En un artículo que está en proceso, explicaré, el por qué Lombana ganó el voto en los corregimientos de sectores medios y Mulino en corregimientos como Chorrillo y Curundú.
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