El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por Ramiro Guerra M. Amada E. Andrade E.
Jurista, escritor y cientista político. Educadora jubilada.
No todo es malo en la ley orgánica de educación. (ley 47 de 1946). Sin embargo, desde su promulgación, hace aproximadamente 78 años, de su existencia, posterior se promulgaron otras leyes reformatorias.
¿Cuál es la realidad de hoy? Un sistema educativo formativo de robots e individuos no pensantes ni críticos.
Lo anterior es un problema muy grave. La educación como uno de los ejes fundamentales del desarrollo y la formación integral del individuo, ha sido un fracaso en Panamá.
Por ejemplo, poca consideración se tiene que la relación de aprendizaje compromete tanto al educador como al educando, es decir que éste, cuando enseña, también se reeduca. Es una relación dialéctica. (Paulo Reglus Neves Freire) su libro Educación para la libertad. Argumentó que un enfoque pedagógico debía ser desarrollado con los estudiantes, más que para los estudiantes.
Tantas décadas teorizando sobre reforma educativa y nada hay en concreto. Múltiples mesas de negociación y aún no salimos del atolladero en que se encuentra sumergido el sistema educativo.
En la época de Omar Torrijos, se hizo un esfuerzo de realizar una reforma educativa (1978), que se pudo constituir como un referente hacia una educación de calidad.
Sin embargo, algunos puntos de la ley, fueron manipulado por el sector privado, para vender que se estaba frente a una reforma comunista y lamentablemente los gremios de educadores se dejaron atrapar por ese tipo de argumentaciones.
Empresarios usaron a los educadores como el componente de masas, para tumbar la reforma educativa.
Lo anterior, nos obliga a hacer la siguiente pregunta. ¿Quiénes se favorecieron con la derogatoria de la reforma educativa? Siempre he sostenido, que las élites del poder económico, han saboteado los intentos de las reformas educativas.
Se han servido de un sistema anacrónico. Han tenido un doble discurso; dicen que debe hacerse una reforma de calidad, pero subterráneamente la han obstaculizado.
También se han centrado en el discurso que, la educación debe formar el recurso para el desarrollo empresarial. Soslayan deliberadamente, el aspecto social, humanitario y crítico.
El recurso memorístico ha privado la formación del individuo en dirección a la integración hombre- naturaleza desde una perspectiva crítica.
Una reforma educativa, tiene que tener estos contenidos. Y eso solo se logra con la participación democrática de la sociedad y sobre todo con los educadores, estudiantes y padres de familia.
Lo primero que hay que abordar desde un plano autocrítico, ¿el por qué se dice que el sistema educativo está en crisis? Auscultar sus falencias.
Después preguntarnos, ¿qué contenidos queremos como sociedad, en torno a la reforma educativa?
Igualmente, resuelto lo anterior, contamos con el recurso humano, para emprender la reforma.
El tema administrativo, el centralismo burocrático, que anula la participación, traba el debate y la participación democrática en la formulación de una reforma que responda a la realidad, pero no a la realidad de las élites del poder.
Me pregunto, ¿tendrá la ministra designada en educación, la capacidad para ejercer un liderazgo en los términos y condiciones mencionados.
Amanecerá y veremos.
Dios bendiga nuestra patria.
3-6-2024
4 Hay varios Likes:) Gracias...
