Arturo Hoyos, siendo miembro de la Corte, en el año de 1994, en un recurso sobre derechos colectivos e intereses difusos, estuvo de acuerdo en la afectación de una concesión maderera a cierta distancia de la propiedad de una Fundación ecológica, pero ahora, el interés de su cartera, lo hace cambiar de opinión radicalmente, al sostener una tesis traída por los cabellos en la que, es capaz de desdecirse e incluso exponer la dignidad del país, por defender sus propios derechos como director de la empresa Minera Cobre Panamá, desde su fundación en Panamá y la misma es subsidiaria de First Quantum Minerals Ltd. con sede en Toronto Canadá.
Sostiene el Licenciado Juan Ramón Sevillano Callejas, en un escrito que presentó ayer ante la Secretaría General de la Corte Suprema, a los efectos de que se incorporara al expediente que atiende la Corte sobre la inconstitucionalidad del artículo 1 de la Ley 406 del 20 de octubre de 2023, “Cuando en 1994 sentamos el precedente de los derechos colectivos e intereses difusos sosteníamos que una concesión maderera iba a afectar ambientalmente la propiedad lejana de una organización ecologista que yo representaba, el magistrado ponente Arturo Hoyos nos dio la razón.”
Por otra parte, el distinguido jurisconsulto, Silvio Guerra Morales, en un extenso y jugoso escrito en respaldo al recurso interpuesto por el Licenciado Sevillano Callejas, hace una brillante exposición en la que no deja a algún payaso con cabeza, porque destrona contundentemente, todos los argumentos traídos por el abogado Hoyos.
Porque algunas personas se alejan del camino ético, más con este tipo de acciones que, al menos dejan una estela de apariencia de corrupción, al tener como su Dios intereses económicos, renegando así de un camino anterior de rectitud y justicia.
Por eso, en este país, la falta de coherencia de las personas que, se tuvo de ellas en estima como personas rectas y serias, ahora los intereses personales, los hacen estar en el mar de la incredulidad y el descrédito, porque la corrupción es un cáncer que ataca a todos y solo los hombres sencillos, que no viven de apariencias pasajeras y con un alto espíritu de amor por la dignidad y libertad humana, salen ilesos de esa maraña infernal y lejos de debilidad, adquieren en el ejercicio, fortaleza.