El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por: José Dídimo Escobar Samaniego
Tal es el caso de las elecciones de hoy día, en Venezuela, donde casi 23 millones de ciudadanos están habilitados para votar y escoger los 23 gobernadores, 335 alcaldes, 253 legisladores y 2.471 concejales
Los informes de que disponemos indican que, asisten a la contienda electoral, en el país que más elecciones ha desarrollado en los últimos 21 años, todos los partidos políticos u organizaciones políticas nacionales y regionales que forman parte del gobierno y la oposición política de Venezuela.
Cerca de setecientos observadores (vedores), internacionales y 1500 nacionales, avalan la legitimidad de las elecciones legislativas que se desarrollan este domingo en Venezuela.
Rehusar escuchar la voluntad popular expresada en las urnas, parece no ser un buen argumento para quienes acusan de dictadura al actual gobierno surgido también de elecciones, conforme al orden constitucional interno de ese hermano país. Una amplia delegación europea, representa a la unión de ese continente y también delegaciones de diferentes organizaciones de Estados Unidos de Norteamérica están presentes en ese país como observadores del proceso electoral.
Quienes solo piensan en la confrontación y en llegar al poder por la vía de la violencia, del bloqueo que, genera sufrimiento del pueblo y hasta por la imposición a través de una invasión militar extranjera, de la cual los panameños tenemos una amarga y trágica experiencia, y aún no hemos sabido con precisión a cuantos panameños se les arrancó de tajo, su vida, a nombre de una “democracia” venida en “tanquetas” que, en casi 32 años, nos trajo una depredación y rapiña canalla del Estado, una gigantesca corrupción y la generación de una desigualdad social impresentable, perniciosa y perversa.
El resultado electoral debe ser respetado y reconocido, porque nadie mejor que el propio pueblo venezolano para resolver, por sí mismo, sus problemas, que son de su incumbencia exclusiva y en donde nadie, ajeno a su voluntad, debe interponerse ni tratar de interferir. Cobran vigencia, más que nunca, los principios de Soberanía popular y el de autodeterminación de los pueblos.
Salud al pueblo venezolano y que Dios Todopoderoso los guíe en la decisión que, debe resolver en paz, sus diferencias, que son legítimas y naturales en una sociedad donde conviven más de 37 millones de personas.
Así mismo, queremos saludar desde este medio, al pueblo chileno que, hoy también resuelve en las urnas sus diferencias como debe de ser en democracia.
En Chile, las elecciones son presidenciales y por la atomización del voto es bastante probable que tengan que ir a un balotaje o segunda vuelta entre las dos figuras que obtengan los dos primeros lugares, y en donde serán importante la capacidad de alianza de quienes resulten escogidos por la preferencia electoral en ese país que ha vivido más de un año de intensos avatares que han llevado a la redacción de un nuevo texto constitucional y a las elecciones de hoy.
No hay duda que de estos ejercicios electorales, América Latina saldrá fortalecida y los pueblos de Chile y Venezuela saldrán victoriosos.
¡Así de sencilla es la cosa!
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