El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por Ramiro Guerra M. Abogado y cientista político.
La economía panameña opera con variables que tienden a distorsionar lo que pudiera ser un rostro más humano. El pueblo panameño es objeto de un brutal abuso por parte de empresarios inescrupulosos, que especulan salvajemente.
Sobre todo, en los rublos de alimentos y medicinas. Lo que llaman libre oferta y demanda, no es más que la libre libertad para meterle la mano al bolsillo de los panameños, sobre todos a los trabajadores y sectores medios de la sociedad.
Factores como la dictadura de precios por parte de oligopolios y carteles, en rublos como electricidad y alimentos, asfixian aún más la maltrecha economía de las grandes mayorías.
Ejemplo de lo anterior, en un supermercado un corn flake con almendra, cuesta casi seis balboas, pero en otro cuesta 3.25. Los medicamentos para los problemas lumbares cuestan 3.80 por unidad. Y en algunas farmacias, 2.35.
Con razón, algunos estudios e investigaciones concluyen que, el proceso de acumulación capitalista es un escándalo.
En un círculo de estudioso de la economía y el estado, señalé que; prometer cambios, sin entrar a revisar el modelo de la economía, es puro cuento y demagogias. Lo anterior hasta la saciedad, lo ha venido planteando la CEPAL.
En estos temas, observo que muchos están como el avestruz, meten la cabeza debajo del agua, para no decir nada. El próximo quinquenio dará mucho que escribir y hablar.
Entramos en un escenario terrible de altísimo endeudamiento, entre eso los derivados de la colocación de bonos (basura) cuyos intereses tenderán a subir.
Lo he escrito, los acreedores de la deuda, solo velan porque se les paguen. Eso del gasto o deuda social, no les importa.
En el orden o prelación de pago, están esas instituciones financieras. En este contexto, la dirección del estado, no puede estar en poder de amanuenses y serviles de las IFIS.
El país demanda de definiciones con alcance estructurales. El gobierno por entrar, si de verdad dice empeñar su palabra por reales cambios, tiene que implementar políticas para que le devuelvan espacios de autonomía e independencia al estado.
Continuar con esa política de subordinación y dependencia de los bloques y clanes del poder económicos, seguiremos en la misma de siempre.
En una realidad como ésta, imposible dar curso, a una sociedad de equilibrio, de democracia participativa y economía con equidad y rostro humano.
No queremos cuentos de asaltantes de caminos. Sino propuestas que aborden lo arriba señalado.
11-2-2024
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