Este país tendrá un futuro promisorio

Por Gersán Joseph
Panamá es un país que tiene muchas potencialidades, pero también posee debilidades que no le permiten que tome la estatura de país que debiéramos tener, dadas nuestras condiciones geográficas, climáticas, la abundancia de la naturaleza, la multiculturalidad de su gente y el amor que los panameños profesan por su Patria, esa que este año cumple 200 años de haber logrado su Independencia del otrora Imperio Español.Pero para que nosotros los panameños y extranjeros que comparten una visión de país, con equidad, sin discriminación, con riqueza para todos, con ánimo de hacer del país, uno muy especial donde la gente pueda contar con verdadera justicia, donde no exista la impunidad, ese país donde lo importante sea el talento, la capacidad de la persona, y no los bienes materiales o la riqueza que posea, donde la gente no se mida por el color de la piel, sino por la inteligencia al servicio de la sociedad y la capacidad de hacer el bien, abriendo puertas de oportunidades para compartir conocimiento y brindarle al país el concierto de sus mejores talentos, para hacer de la Patria un lugar donde todos quepamos, donde todos tengamos el espacio que nos ayude a desarrollar nuestras potencialidades y sembrar el futuro en una confluencia de esfuerzos que nos hagan superar las actuales deficiencias y enrumbar a la Nación a verdaderas oportunidades que profundicen la democracia, acabando con la concentración decisiones en aspectos cruciales y determinantes del  país, donde el conjunto de la sociedad, especialmente los ciudadanos de a pie, puedan ser considerados en las decisiones trascendentales y fundamentales del país, especialmente la tocantes con la Seguridad Social, La Educación Pública Básica General, y Media, El Sistema y Modelo de Salud Pública, La Educación Superior Pública y el Pensamiento Crítico, La Educación en Salud Sexual y Reproductiva, La Enseñanza de los Valores y la Ética, El cultivo del Amor a La Patria, La Urbanidad. El Fomento de la Cultura Popular y la Cultura Global, El Trabajo y su disciplina, El Cuidado del Medio Ambiente y la responsabilidad Generacional con el Planeta, Protección y Bienestar de la Niñez; Protección y Bienestar de los Adultos Mayores, Protección y Bienestar de la Juventud. El Respeto a los Derechos Económicos, Sociales y Culturales como criterio para el Desarrollo de Políticas Públicas.

Para ello hay que subsanar los siguientes problemas y situaciones que nos presenta la realidad panameña:

El Combate frontal de la Corrupción; Erradicar la Impunidad, la Eliminación de la Reelección de Funcionarios Públicos (Diputados, Alcaldes, Representantes, Magistrados, entre otros); la eliminación del Subsidio a los Partidos Políticos; la Eliminación de las Jubilaciones Especiales de los Estamentos Policiales y del Ministerio de Seguridad (rondan los 5 mil a 14 mil dólares por mes), la Constitución de la República señala en el artículo 19 “No habrá fueros o privilegios ni discriminación por razón de raza, nacimiento, discapacidad, clase social, sexo, religión o ideas políticas.”; Establecer la Carrera Diplomática; Establecer un período máximo de 2 años, no prorrogables para los miembros de las Juntas Directivas de Instituciones Públicas y Entidades Autónomas, como La Caja de Seguro Social; Rendición de Cuentas y Auditoría Contable y Forense de las Instituciones Públicas. Penalización con Cárcel y certeza del castigo para los infractores de la Ley y la violación de la Constitución. No prorrogar la concesión  de los Puertos a la empresa Panamá Ports,  y en su lugar brindar a la Autoridad del Canal de Panamá los Puertos terminales de Cristóbal en Colón y Balboa en Panamá; El Estado debe establecer una renegociación con la Minera Panamá donde reciba el 50% en los beneficios de la mina. Establecer la Protección Efectiva de los derechos de la Niñez y Adolescencia, su integridad física y psíquica. Castigar el robo de recursos del Estado aprovechándose de las Posiciones de Poder. Aplicar cárcel a empresarios que no pagan la Seguridad Social de sus empleados y se quedan con la parte que aporta el empleado. Establecer una instancia que verifique y controle los contenidos inapropiados para los niños y la juventud expresados por exaltación de la violencia, el sexismo, la discriminación, el hedonismo y la usura.

Todo lo anterior implica que el ciudadano común y corriente haga valer su derecho a tener un mejor país, su derecho como ciudadano, ante las autoridades elegidas para servir a la sociedad, no para servirse de la sociedad, para su propio beneficio.

Eso tiene que acabarse, si no llevarán a nuestro país al despeñadero, y “Después del ojo afuera, no vale Santa Lucía”, y si no actuamos como sociedad cohesionada, para el resguardo del interés nacional, y erradicamos la corrupción, la impunidad, el abuso del poder, tendremos que esperar a que “San Juan agache el dedo”.

El autor es Catedrático de Economía, Facultad de Economía de la Universidad de Panamá