Ex Presidente del Colegio de Abogados, le asesta una puñalada trapera a la patria.

Por: José Dídimo Escobar Samaniego

 

Cuando no se conoce la Dignidad, el Decoro y la Decencia, ocurre que por causa del amor al dinero se llega a denostar a la patria y a los patriotas y se entra como malinche al servicio de los que quieren destruir nuestro ambiente, robarnos nuestros recursos naturales, incluyendo los minerales de alto valor económico que son parte de nuestro rico patrimonio y con denuedo nos empobrecen y les sirven a nuestros trasquiladores.

Desde que Demetrio Augusto Porras Juárez, hijo de Belisario Porras, organizó el Colegio Nacional de Abogados de Panamá, ese gremio siempre estuvo al lado de las causas patrióticas y nacionales, porque su fundador abrazó siempre las ideas superiores que defienden la dignidad humana.

Pero el antiguo colegio luchador por la dignidad de las personas, por la justicia social y la libertad de los ciudadanos ha devenido en un club social que se enorgullece de estar al servicio, por lo menos sus dirigentes, de los que quieren deglutir al país, y han sido capaces de desoír al pueblo y especialmente a la juventud que en las calles se enfrentó a la oligarquía minera y todos sus adláteres que, se arrastran por las míseras monedas, que como traidores están dispuestos a recibirlas, como en efecto las han recibido, no sin antes denostar a la patria nuestra, que no merece tan cruel y desatinado proceder.

Por ejemplo, el expresidente del Colegio Nacional de Abogados, Juan Carlos Araúz, que se manifestó hace un año atrás, abiertamente a favor de la Minera, a dicho ahora que, el concentrado de cobre que se encuentra acumulado en Minera Panamá es, según su decir  triste y vergonzosa apreciación, propiedad de la empresa y que el gobierno nacional debe agilizar los trámites para que ella disponga de ese material, olvidando que por más de cinco años y diez meses, la empresa no tenía ningún fundamento jurídico para extraer todo el material, lo que constituye delito y ese material es apenas una minúscula parte de todo lo que se ha apropiado ilegítimamente la empresa minera, que es propiedad de todos los panameños.

Se trata de una penosa cohonestación de las más de 25 transgresiones (violaciones) que, determinara la Corte Suprema, en su Fallo de Inconstitucionalidad del 21 de diciembre de 2017 y el del 27 de noviembre de 2023, el cual el letrado resiste, en consonancia con la empresa que, hace de todo, para evadir su fiel cumplimiento y a pesar de haberle infringido serios daños a la república, aumentar aún más el menoscabo.

Da vergüenza que una profesión tan noble, como lo es la abogacía, se utilice, y especialmente después de dejar un malogrado colegio nacional de abogados y ello no le baste, sino que, ahora se conjure en contra de los patriotas panameños y por intereses oscuros y tenebrosos, ahora se preste para que se le aseste al país, una puñalada trapera, enconada de alta traición a la patria.

¡Así de Sencilla es la cosa!

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