El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Victoriano Rodríguez Santos
El 8 de diciembre, en Panamá, se festeja EL DIA DE LAS MADRES, el Dia de la Inmaculado Concepción. Como población cristiana, de principios, amor y humanismo, los panameños festejamos junto a nuestras madres, ese día más que otros.
Los poetas, inspirados en esa mujer que Dios dio el prodigio de dar vida y quien dedica lo mejor de su existencia por esos hijos, dedicamos canto y poesía a esa madre mía, madre de la cual todos nacemos.
De mi primer libro SUSURROS DEL ALMA, brota como silbido de gorrión cantando un guion, enviado del redentor, el poema “CANTO A MI MADRE”
Era ella,
¡Bella!
¡Cual estrella!
¡Era ella!
Su sonrisa
su mirada
su cabello;
¡Era ella,
La más bella!
Incomparable a rosa alguna.
!Era ella!
¡Siempre la más bella!
De su singular hermosura
estaba de envidia llena
la misma luna…
¡Era ella!
Ni las estrellas,
asemejarse podían,
porque era ella la más bella!
El firmamento entero
de envidia padecía,
y es que no existía
en el universo un similar,
ello logró provocar
el accidente de la vida
y de la tierra florecida
surge un cuerpo de mujer
que dio origen a este ser.
Madre,
¡Eres ella!.
La más bella.
De mi segundo libro POEMAS ENTRE TU Y YO, extraigo para su deleite la orientación de aquella madre bendita a sus hijos, con el poema “ORA A DIOS HIJO QUERIDO”.
Ora a Dios hijo querido
que del mundo,
el dinero ni la ciencia
adormezcan tu conciencia.
Ora a Dios hijo querido,
que el destino
no te aparte del camino,
de la dicha que te espera.
No desmayes en quimera
que el futuro está muy cerca
y en las noches de temor
te bendice con amor
ese Dios, que está muy cerca.
Ora a Dios hijo bendito
que el mañana
no está escrito,
y serás como tú quieras.
No derrames tu alegría
en colores tumultuosos,
aún un poco presuroso
por la juventud y el desasosiego,
piensa bien,
que mañana no es primero
pero hay que vivir para verlo.
Ora a Dios hijo te digo,
que el futuro te bendigo,
con mi consejo y oración
hijo te pido perdón,
si te fallé, fue por amor.
A quienes tienen la dicha de poder abrazar a su madre, no pierdan un segundo, por lo menos una llamada le brinda le hará latir el corazón. El Padre Celestial bendiga a todas las madres, cada día. Dios te salve, Panamá.
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