El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Victoriano Rodríguez Santos
Todo parece indicar que la pérdida de más de 19,000 dosis de fentanilo quedará como otras investigaciones (en el aire), inician auditorias, pero no culminan. Algo está sucediendo en esta supuesta democracia, donde cada gobierno endeuda más al País y lo sufre la población, porque la corrupción crece geométricamente, con justicia selectiva y políticos inmunes e impunes.
La pérdida del fentanilo pareciera ser la gota que rebasó el vaso. No es el primer producto que -a través de los medios- se conoce de su desaparición, también los vencidos e incinerados, los recibos en almacenes de la Caja de Seguro Social (CSS), con fecha de expiración inferior a la indicada en el protocolo de entrega.
Los equipos de Resonancia Magnética (entre otros), dañados o fuera de servicio, -por falta de mantenimiento o limitar el presupuesto para impedir su reparación-. El extravío de utensilios médico, equipos de mantenimiento (bajo la modalidad de préstamos- los sobre precios, compras de una u otra forma amañadas, dónde algunos jefes de compras pudieran prestarse para hacer cotizaciones en línea, compras apremiantes, urgencia comprobada o algún mecanismos que aún cuando sea legal, es inmoral.
Quizás la administración con más desaciertos de la presunta democracia pareciera ser la del doctor Enrique Lao Cortés, donde no es la primera vez que parte de la población solicita su destitución, lo que se desconoce es que hilo lo sostiene, no obstante las controversias son el pan de cada día. Se escucha que hay más administradores que cargos de administrador existen.
Salvo raras excepciones la junta directiva pareciera ser un parapeto que no sabe, no puede, no se empodera o no toma decisiones acertadas a favor de la CSS y de la población panameña. Tampoco las organizaciones gremiales, cuando a sus dirigentes los acomodan políticamente.
Quizás lo expuesto se deba a la poca importancia que los gobiernos han dado a los verdaderos dueños de la CSS. Nosotros, quienes aportamos, los cotizantes.
A la Caja se le viene recargando -cada vez más- beneficiarios y muchos ni siquiera son beneficiarios. La Asamblea de Diputados, por ese afán de ganar adeptos para la elección venidera, viene haciendo leyes que tienden a dar más servicios a la población no asegurada que empeora la atención de quienes cotizamos y la mantenemos, a través del aporte solidario.
La pérdida del fentanilo pareciera “NO SER PERDIDA”, tampoco sustracción. Da la impresión que -ese medicamento- nunca llegó a los almacenes de la CSS. Si esto es así, tanto los miembros de la junta directiva como el director y subdirector y los funcionarios involucrados, deben ser removidos, separados de sus cargos, para hacer una investigación saneada, auditoría forense.
Solo bajo está situación posiblemente, pudiera llevarse una investigación seria, objetiva, diáfana, transparente y de altura, con credibilidad, pero en las actuales circunstancias, con un gobierno de poca credibilidad y quizás sin interés de que se aclare esta pérdida, es casi imposible.
Según la información de médicos -a través de los medios- ese producto tiene 1000 y una restricción para ser entregado -por el almacén- a requerimiento y que sería prácticamente imposible su pérdida como hurto, mucho más por el volumen (19,000 dosis).
Ya debería existir un equipo de auditores forenses dando resultados, porque ese tipo de investigación no puede demorar mucho. El confrontar una orden de compra, su factura con el sello de recibido y el kardex o el despacho del producto por el almacén, es cuestión de horas o de días no de meses. Dios te salve, Panamá.
Ciudadano humanista.
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