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William Burns visitó Pekín para reunirse con sus homólogos chinos, donde enfatizó la importancia de mantener abiertas las líneas de comunicación en los canales de inteligencia, reporta Financial Times.
De acuerdo con el periódico, el viaje de un antiguo diplomático experimentado —a quien con frecuencia se le confían delicadas misiones en el extranjero— demuestra cuán preocupada está la Casa Blanca por el deterioro de las relaciones con Pekín.
«El mes pasado, el director Burns viajó a Pekín donde se reunió con sus homólogos chinos y enfatizó la importancia de mantener abiertas las líneas de comunicación en los canales de inteligencia», cita el diario a un funcionario estadounidense.
A la espera del «deshielo»
Tras el suceso del globo, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, canceló abruptamente su visita a China y hasta el día de hoy Pekín se ha negado a dar luz verde para que la realice. Además, el ministro de Defensa chino, Li Shangfu, se negó a reunirse con el secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, en Singapur este fin de semana porque Washington había rechazado levantar las sanciones contra él.
No obstante, después de la visita de Burns a China, Biden, en la cumbre del G7 que tuvo lugar en mayo en Hiroshima, declaró que esperaba un «deshielo» inminente en las relaciones con Pekín sin proporcionar más detalles, señala el medio.
La experta en China del Fondo Marshall Alemán, Bonnie Glaser, le dijo al periódico: «Burns está en una posición única para entablar un diálogo que pueda contribuir potencialmente al objetivo de la Administración Biden de estabilizar los lazos» con Pekín. Por su parte, un ex alto funcionario de la Casa Blanca en China, Paul Haenle, indicó que una de las ventajas de enviar especialmente a Burns era que es respetado tanto por demócratas y como por republicanos, al tiempo que también es muy conocido por los funcionarios chinos.