(4 de mayo de 1974)
BASE MILITAR DE RÍO HATO, COCLÉ
Hace 50 años, el 4 de mayo de 1974, en la Base Militar de Río Hato, Coclé; se inició uno de los proyectos educativos de mayor trascendencia en la historia educativa de la República de Panamá.
Ese día, inició sus clases el Instituto Militar General Tomás Herrera, bajo la idea del General Omar Torrijos Herrera, quien encarga al entonces Capitán Rogelio Alba Bernal su construcción y el inicio de clases; el luego Mayor Alba, fue su primer Director General. Para la gestión académica, estuvo el frente el Prof. Eben Chí Rodríguez, quien, con el apego de un profesor abnegado, dedicó todo su conocimiento para que aquel proyecto tuviera el éxito deseado.
Un Colegio Secundario con un elevado nivel de estudios científicos y académicos que, contemplaba igualmente una formación con disciplina militar, con altos valores morales, como la honestidad, el respeto, la cortesía, la perseverancia individual y colectiva, destacando como pilar indiscutible, el más profundo amor a la patria. Todo ello, combinando estudios en carreras técnicas, como electricidad, metal mecánica, soldadura y manejo de equipo agrícola. Así se daba inicio a un nuevo ciudadano que aportaría significativamente al desarrollo de la nación. Un concepto nuevo y revolucionario para la sociedad panameña.
En el verano de 1974, sale publicado en varios periódicos del país la invitación para la realización de las pruebas de evaluación de los aspirantes a cadetes. Pruebas necesarias para la selección de los estudiantes que iniciarían en ese nuevo centro de estudios. Se acercaron a la Base Militar de Río Hato, varios miles de jóvenes de todas partes del país; jóvenes representativos de todos los sectores y etnias de la sociedad panameña; desde nuestros populares barrios urbanos, hasta los más lejanos rincones de las montañas y campiña interiorana, desde Chiriquí hasta Darién. Cada joven traía con él, las costumbres y la idiosincrasia de los más humildes y sencillos habitantes de nuestra tierra istmeña. Así iniciaron, aquél 4 de mayo de 1974; 163 jóvenes estudiantes que muy rápidamente fueron conocidos por todos los rincones de la tierra istmeña como “Los Tomasitos”.
El impacto en todos los segmentos de la sociedad panameña fue grande. En todas partes se hablaba de los Cadetes de Río Hato, de los Tomasitos. La nación entera deseaba saber, quiénes eran esos muchachos, qué hacían, qué estudiaban. Nosotros mismos no teníamos claridad del impacto nacional que causamos en aquel momento; ese impacto fue un claro ejemplo que sí podemos hacer cosas grandes e importantes, que sí somos una nación con un potencial inmenso.
La visión hace 50 años de un gran estadista, el General Omar Torrijos Herrera, fue la de formar jóvenes panameños, inculcando en ellos inquebrantables valores morales, con la suficiente disciplina para que a partir del esfuerzo y sus capacidades técnicas, lograran insertarse en el mundo laboral con reales posibilidades para ellos mismos y sus familias. Jóvenes profesionales que igualmente pudieran ser también emprendedores a temprana edad, muestra de aquella visión, son muchos, que aún siguen en sus ramas profesionales y en sus propios emprendimientos. Torrijos tuvo la visión de formar un nuevo panameño, un hombre que además de llevar el arraigo y amor a su tierra; llevara también el amor a su bandera, el nuevo profesional disciplinado y perseverante con conciencia de patria.
Los Tomasitos participamos en llenar los espacios, de ese nuevo panameño que representaría los cambios sociales de un país, que en ese momento se encontraba en situación crítica e histórica, dentro de lo que fue la negociación del tratado canalero y que pondría fin al enclave colonial. En ese marco de circunstancias históricas emergen los Tomasitos, jóvenes que fortalecerían con su participación, los cambios necesarios en la nación Panameña, para la búsqueda de su propio destino.
Año tras año, fue logrando aquel Instituto Militar General Tomás Herrera, graduar 13 promociones, egresaron de sus aulas más de mil graduados en Bachiller en Ciencias y Tecnología, hasta que fue cerrado luego de la Invasión norteamericana a Panamá por el primer gobierno Post Invasión.
El cierre de aquella propuesta científico académica, que en ese momento estaba en su mayor nivel de excelencia, no tuvo razón lógica y solo se justifica como un desacierto de la política de la educación pública, pobre manifestación de venganza, como muchas otras manifestaciones políticas que afectan directamente al panameño humilde y trabajador. Y de esta forma, una vez más se afectó un camino adecuado para la formación integral de panameños humildes. Los argumentos de aquel momento fueron antimilitaristas, aun a sabiendas de que no todos los egresados de este plantel abrazaron la carrera militar, porque la mayoría han sido profesionales en diferentes ramas y disciplinas de la vida civil y que han demostrado al país durante estos años, que fue un proyecto con una dinámica de nuevos y mejores ciudadanos profesionales.
Hoy luego de 50 años de aquél 4 de mayo de 1974, son más de mil egresados que conformamos una clase media trabajadora y emprendedora en Panamá. Lo que se convierte en una evidencia real, que aquélla propuesta para crear un nuevo panameño formado para ser, capaz, honesto, profesional, con valores de patria y amor a su bandera; era el camino correcto en el devenir histórico social de nuestro querido Panamá.
Por ello, todos los que somos egresados del Instituto Militar General Tomás Herrera, nos sentimos orgullosos de haber pasado por aquella formación, nos sentimos orgullosos de quienes fueron nuestros instructores militares; los que nos prodigaron el trato necesario, para inculcarnos disciplina y respeto; siempre en forma ejemplar.
No podemos dejar de mencionar, que Igualmente orgullosos nos sentimos, de todos nuestros profesores, profesionales y académicos del más alto nivel, que demostraron su esfuerzo y abnegación; hombres que incluso durante las horas de los estudios nocturnos nos acompañaron en el famoso estudio dirigido, convirtiéndose así en el vivo ejemplo, que cada uno de nosotros calcamos como imagen a seguir.
Pasados estos 50 años; los que aquí estamos hoy vivos, recordamos a los que cayeron en el camino de la vida, como nuestros hermanos y familia para siempre y le decimos nuevamente al país, al igual de cómo fue nuestro lema de estudiantes en el saludo diario en todas nuestras actividades, el grito de:
“HONOR, CIENCIA Y DISCIPLINA”
“PANAMÁ PRIMERO”.
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