Victoriano Rodríguez Santos
El sistema de salud panameño viene evidenciando un permanente colapso, producto de una administración deficiente e inhumana -falta de atención médica, medicamentos y mantenimientos en los sistemas de aires acondicionado, eléctrico y de la estructura-.Esa deficiencia administrativa, carente de humanidad, lleva a paros y huelgas de médicos, enfermeras, técnicos y el propio personal administrativo.
Esta incapacidad administrativa se refleja tanto en el Ministerio de Salud (MINSA) como en la Caja de Seguro Social (CSS).
En cualquier país, cuya población sienta respeto por su seguridad en lo que a salud se refiere, hubiese estado exigiendo la renuncia de Ministro de Salud, del Director de la Caja de Seguro Social (CSS) con la junta directiva incluida y hasta del Presidente de la República. ¿La incapacidad está evidenciada o aun nos quedan dudas?
El Hospital Nicolás Solano de Chorrera está en cuidados intensivos. Tuvo que suspender no solo las operaciones, también la atención médica de algunas especialidades, producto de falta de energía eléctrica y daños en equipo de aire acondicionado, por lo que la mora quirúrgica, ya abultada, se incrementa ¿y qué de las citas programadas que se están perdiendo?
Todo parece indicar que el gobierno, viene preparando este escenario con diferentes estrategias, donde no escapa el desabastecimiento de medicamentos, insumos y equipos médicos, en los hospitales, recolección de basura ineficaz, falta de agua potable, ineficiencia en el transporte público, cambios en el Código Electoral, postulaciones inapropiadas para confundir a la población, etc., situaciones que pudieran conllevar al endeudamiento innecesario del Estado.
Al crear tantas incertidumbres y protestas -por otras razones- pretenden lograr, en descuido de la población, para lograr la firma del leonino contrato con Minera Panamá. Contrato fuertemente cuestionado por considerarse ilegítimo, trabajos que destruyen el ecosistema y compromete la soberanía Nacional.
Tanto el MINSA, como el director de la CSS vendieron la idea de lograr medicamentos a mejores precios, pero ha sido lo contrario, los medicamentos tienen precios inaccesibles y los hospitales siguen sufriendo por la incapacidad administrativa y la deshumanización.
Aumenta la crisis en salud, pero en la Asamblea se reparten el pastel. Se siente desfachatez en la actuación de diputados y ministros, inclusive del Contralor y el presidente de la República. Sigue la danza de los millones para pagar planillas de posibles “promotores” y para las descentralización paralela sin auditorias efectivas y concluyentes, mientras los hospitales están en cuidados intensivos. Dios te salve, Panamá.
Ciudadano humanista y patriota.
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