El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por Ramiro Guerra M. Abogado y cientista político.
Aquí nuestro amigo Luis Anderson con el dirigente sindical Ignacio Lula Da Silva, actual presidente de Brasil.
En una ocasión, en la oficina de la CTRP, me encontraba con Guillermo Puga. Ese día, Luis Anderson, había llegado a Panamá. En ese entonces, fungía como secretario general de la ORIT. Siempre sacaba tiempo para visitar su central de trabajadores, la CTRP.Anderson acumuló un gran prestigio como dirigente sindical, al punto que disputó la presidencia de la organización mundial a la que pertenecía en ese momento la ORIT.
En cuestión de la espera, apareció Luis Anderson. Llegó a compartir su pensamiento en torno a los desafíos del movimiento sindical. Conocía a fondo de las contradicciones en el seno del movimiento sindical. A pesar de ello, la unidad era un tema central de sus desvelos cotidianos. Expuso con suma claridad, el concepto del sindicalismo socio laboral y político y nos legó algunos libros sobre estos desafíos. Estaba claro que, este concepto era la guía para una acertada acción sindical. En uno de sus libros, esbozó magistralmente el tema de las alianzas. Los retos y desafíos que tiene el mundo y la sociedad, no pueden ser abordados, sin una política de alianza con otros sectores sociales que sufren los embates de una economía salvaje como la neoliberal.
Igual, le daba una importancia estratégica a la educación sindical y al relevo generacional.
Lo escuchábamos y el entusiasmo desbordante con que exponía, lo hacía con pasión.
La reunión terminó, pero no se fue, pasó al salón de reuniones y allí estaba Julito Fábrega y otros y con ellos daba inició al traqueo de las fichas de dominó.
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