Por Gonzalo Delgado Quintero
La Caja de Seguro Social (CSS) mantiene cuatro programas. Son ellos los de Administración (PA), Riesgos Profesionales (PRP), Enfermedad y Maternidad (PEM) y el de Invalidez, Vejez y Muerte (PIVM), los cuales permiten atender servicios y prestaciones tanto económicas como de salud, desde antes de nacer hasta después del fallecimiento del derechohabiente.
En la actualidad, la CSS ha caído en un déficit en “L” o sea que cayó y no se recupera. Nuestra posición consensada a partir de un grupo de especialistas consultados, es que la decisión correcta y definitiva de resolver este déficit, se lograría de los aportes que debe hacer toda la gran actividad económica del país, de la cual la Caja no recibe nada y evade impuestos por el orden de 10 mil millones al año contra el Estado.
Empecemos por que el Canal de Panamá aporte 10 centavos de cada Dólar de ganancia. Que la Zona Libre de Colón haga su aporte de un centavo restado de cada Dólar de utilidad. Igualmente, la actividad aeroportuaria; también los puertos, el sistema bancario nacional e internacional, el 10 por ciento de fibra óptica que se debe a la institución desde 2006, y que se cumpla con lo establecido en la Ley 51Orgánica de la CSS, incluyendo las últimas dos líneas de Google, lo que calcula una actividad anual billonaria, aunque en ninguna parte publican realmente esas cuantías. Otro, es el turismo, mermado por la pandemia, pero en franca recuperación. Un último punto añadido serían los aportes de la explotación minera y lo que ha designado ya, el Ejecutivo para la Caja.
Un centavo por cada dólar facturado de todas estas superestructuras económicas, permitiría que en un año se recuperara el IVM de la Caja de Seguro Social, arreglando el problema de raíz y para siempre. La CSS sería tan fuerte que podría financiar obras, hacer autopistas y cobrar peajes, escuelas, proyectos habitacionales populares y de calidad, prestar al Estado con controles estrictos de retorno de la deuda, préstamos inmobiliarios asegurados o con segundo piso, tener un banco propio con tasas promedios del mercado, invertir como antes en bienes inmuebles, en más préstamos hipotecarios y personales, cartera especial de préstamos para jubilados y pensionados, respaldar proyectos reasegurados y diversificar sus inversiones en todo lo que le sea beneficioso capitalizar. ¡Eso es posible!
A quienes son escépticos sobre la propuesta de cobrar ese centavo, al menos, recuerden que en estos momentos, hay asidero en base a lo contemplado en la ley 51, Orgánica de la CSS, artículo 101, acápite 20, siendo este un fundamento de derecho que impone hacer un alcance para determinar el pago de la fibra óptica a la CSS, el cual se adeuda hasta la fecha y que viene desde el 2006, determinado del 10 por ciento de esta actividad. Eso fue una propuesta, específicamente en la gestión del Expresidente, Martín Torrijos y que si vamos a los temas de esta actividad financiera y las ganancias generadas por esta actividad de las comunicaciones, las cifras son billonariamente astronómicas.
Poca información, nada prácticamente publicada, sobre las verdaderas ganancias generadas de esta actividad de comunicaciones (fibra óptica), sin embargo, la verdad siempre sale a flote, porque según el Dr. Armando Mocci, en sus investigaciones, nos dice que tan solo en los hilos de guarda de las líneas de transmisión 2 y 3 de ETESA con 24 hilos de fibra óptica se generan ingresos por unos 6,000,000,000.00 al año, según un estudio del 2007. Y son siete.
Sigue recordando Mocci que la Ley 51 de la CSS sufrió una modificación entre los años 2005 -2009, para incluir dentro de sus puntos que un 10 por ciento de la utilidad de esa fibra fuera para el Programa de Invalidez, Vejez y Muerte que levantaría el programa y no ha recibido nada desde entonces. Y que por eso están tratando de modificar la ley para cambiar las reglas del juego y poder privatizarla y no pagar ni lo adeudado, no lo que corresponde en este momento.
El autor es periodista, escritor y analista
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