La dignidad jamás será negociable

 

Victoriano Rodríguez Santos

diostesalvepanama@yahoo.com

La situación que atraviesa el país, es producto de una gobernanza indiferente a los problemas sociales, después de salir de dos gobiernos de vertientes capitalista. Hace décadas venimos previniendo una posible explosión social; estamos al borde, producto de la desfachatez de corsarios. Muchos de  quienes investigan, imparten justicia o gobiernan, se prestan al rejuego político administrativo y guardar silencio cómplice, participando de la rebatiña y distribución inapropiada de la riqueza nacional.

Quiénes votamos, favoreciendo la actual nómina presidencial, consideramos que por ser un partido de corriente social, su administración sería diferente, de cara a solucionar problemas -por décadas sin resolver- tales como salud, educación, medicamentos, empleo, etc., pero vamos en retroceso. Retroceso que no ven quienes gobiernan (ministros y similares, diputados, alcaldes y representantes), salvó raras excepciones.

Es necesario expresar que existe una connotada división en la sociedad.  La población que se queda en casa, quizás producto de dádivas de corsarios y piratas, del clientelismo desacerbado, y aquella que opina, hace críticas y observaciones, esa que se lanza a las calles con reclamos coherentes, atinados en busca de soluciones.

En consecuencia, es el momento de suspender los gastos de representación, en todo el gobierno. Eliminar el pago de dietas a Juntas Directivas y similares, pago de telefonía móvil, excepto a miembros del Consejo de Gabinete y similares. Cancelar contratos u órdenes de compra de alquiler de vehículos.

Sancionar todo funcionario que utilice vehículos oficiales para asuntos personales, trasladarse a su residencia o cerca de ella. Eliminar el uso de placas particulares en vehículos oficiales; la cuota de combustible a funcionarios y corsarios. Crear veedurías reales y efectivas, en cada entidad, con ciudadanos probos (serios y honestos), no políticos, que permitan vigilancia y auditorías efectivas.

Una explosión social es criminal y pudiera enfrentar pueblo contra pueblo, provocando situaciones y condiciones perjudiciales para todos. Depongan intereses personales y miren por la ventana, hay un pueblo ávido de necesidades que quiénes gobiernan pueden solucionar.

Las palabras del Presidente Laurentino Cortizo, son opciones de paz que buscan seguridad en el país. Su alternativa de congelar el precio del combustible en B/.3.95 el galón, es interesante analizarlo, sin embargo, no limita la acción que debe tomar por los profundos niveles de corrupción en todos los niveles y las dobles agendas de algunos enclaustrados en el gobierno y siguen los corsarios con beneficios.

Es necesario profundice su accionar y desaparezca los privilegios de los cargos de elección popular y hasta de los rectores y muchos otros funcionarios, así como combatir, los altos precios en los medicamentos, mediante importación directa de las farmacéuticas. La dignidad jamás será negociable. Dios te salve, Panamá.

Economista, educador, humanista.

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