El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
A propósito del 20 de diciembre. La patria salvajemente herida.
Por: Ramiro Guerra M.
Se ha inventado que el saqueo generalizado del comercio, fue obra y autoría de los batallones de la dignidad. En este hecho influyeron factores de índole psicológico de masa en un escenario de angustia e incertidumbre provocado por la situación político -económico.Eso no fue un simple hecho de lumpenaje y delincuencia; sectores sociales provenientes de diversos estratos sociales, se abocaron al fenómeno del saqueo. Una leyenda o explicación falsa, hace recaer sobre los batallones de la dignidad, la autoría del hecho señalado. Complementan lo anterior con la mentira, que los miembros de los batallones de la dignidad, no lucharon ni defendieron la patria. Lo mismo dicen de los militares. Mentiras con dosis de felonía, animadas por odios políticos.
Hay testimonios en abundancia, que certifican que muchos integrantes de los batallones, dieron combate. Algún día, los testimonios hecho libro, de la autoría de Rolando Sterling, serán lectura obligatoria, donde relata que, en San Miguelito, el batallón San Miguel Arcángel dió la lucha defendiendo la patria. Igual, muchos integrantes de la fuerza de defensa que cayeron, dejando en alto su honor, sentido de coraje y amor por la patria.
Fueron momentos duros; enfrentarse a un ejército invasor militarmente superior que utilizó equipo de alta tecnología que se experimentó en combate por primera vez y una resistencia, que no tuvo dirección y totalmente desorganizada. En esas condiciones, miembros de los batallones de la dignidad al igual que militares, cumplieron con mucho pundonor el llamado a defender la patria.
Falso de toda falsedad, de que no hubo resistencia patriótica. Miembros de los batallones de la dignidad y muchos militares, sus nombres quedaron grabados en el monumento de reconocimiento de la memoria histórica. La masacre no se olvida, menos a nuestros combatientes.
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