El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por Ramiro Guerra M. Abogado y cientista político.
El neoliberalismo, con su enfoque de pensamiento único, no hay más verdad que el rey mercado. Autores al servicio de ese capitalismo, como Fukuyama, sentenciaron que; con el neoliberalismo se sellaba el fin de la historia. A un nivel filosófico Friederok Von Heyed.
En muchos lugares y países, el neoliberalismo se impuso a fuego y candela, caso Augusto Pinochet. Fue una época de claudicación de muchos partidos que se hacían llamar social demócratas. En Europa fueron el brazo ejecutor de esa perversidad que se denominó neoliberalismo.
He escrito que este tipo de capitalismo, definió o consideró al hombre como una cosa o mercancía.
Esta forma brutal de capitalismo, trajo consigo deplorables conversiones; gente de izquierda se cruzaron para la acera del frente, la derecha; otros se refugiaron en los claustros universitarios a hacer vida muelle y como el avestruz, metieron la cabeza debajo del agua. La libertad de pensar encuartelada.
Marx, Engels y Lenín, dejaron de ser referentes del pensamiento crítico. Algunos más aventureros, hablaron del fin de la clase obrera.
A pesar de lo anterior, siempre hubo resistencia. Aún en medio de la ortiga, floreció la antítesis. Ley de la contradicción.
El neoliberalismo enfrenta resistencia en el planeta. En su seno, en su matriz, se desarrolla la ley de su propia aniquilación. Un organismo como la Cepal, teoriza que este neoliberalismo se ha vuelto pernicioso y obstruye el desarrollo de nuestros países.
A los intelectuales, los exhorto a salir de esa vida muelle; de estar hablando de todo, menos de la realidad perversa que mantiene al país y a los panameños, en un permanente estado en vilo, de miseria, merced a los jinetes del apocalipsis.
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