POR. GONZALO DELGADO
Que la mágica Navidad
De a tu hogar amor: despedía,
Decía la madre y bendecía
La frente a su hijo y en bondad:
Que tus sueños sean realidad
Y en tu corazón, sea la gracia
Para siempre, sin falacia
Que este día sea inolvidable
Y que esa virtud amable
Te aleje de la desgracia
La madre había recordado
A su muy querido hijo
Y en seguida ella se dijo
Que siempre lo había amado
Que en su ausencia había rezado
Para su bien y retorno
Y que al poner los adornos
Al arbolito navideño
Recordó su rostro risueño
Alumbrando aquel entorno
Sintió una profunda alegría
Con la brisa en sus cabellos
Y la mañana a destellos
Que su rostro le cubría
En tanto a Dios le pedía
Que su hijo regresara
Y una vez más le brindara
La oportunidad de verlo
Y como siempre atenderlo
Y su abrazo la estrechara
Esa navidad iluminó
Los sueños de felicidad
De aquel rostro de bondad
Que solo ese deseo pidió
Y que un milagro concedió
Al volverle a su hijo sano
A aquel hogar que sus manos
Bajo el calor hogareño
Dio el aspecto navideño
Y sentido muy cristiano
Entre risa y cascabeleo
En la mesa un ramo de rosas
Sentía la madre amorosa
Que se cumplían sus deseos
Y en homenaje al hebreo
Con rostro ceñudo y elevo
Ya marcado y muy longevo
Deseó mucha prosperidad
A todos en natividad
Y un próspero año nuevo
- La Navidad no está en los regalos, sino en los corazones que compartimos.
- Que cada luz navideña ilumine tus sueños y los haga realidad.