Noviembre mes de La Patria
Por Alejandro Román Sánchez
1.LA HUMANIDAD EN LA NATURALEZA.
La naturaleza tiene diversas formas de manifestación y de hacerse presente. La humanidad es una de ellas. Los fenómenos de la naturaleza obedecen a leyes universales, que tienen razón de ser más allá de nuestro limitadísimo entendimiento. Simplemente, existen por razones que desconocemos y que intentamos descubrir; algunos manipular.
Como diminuto grano de arena que somos en la inmensidad, sus fenómenos nos atañen. Suponemos que los daños que causan suceden sin que estén al arbitrio de algo o alguien. Por lo que nos toca aceptarlos como una expresión de la naturaleza.
2.MALES DE LA HUMANIDAD. Cosa contraria son los daños letales causados por los males de la propia humanidad. Unos de estos males es la corrupción, capaz de truncar el porvenir de un país y, con ello, la vida de su población. En especial, la vida de la inmensa mayoría, empobrecida y oprimida.
Es capaz de hipotecar el presente y futuro de un país y de sus habitantes, causando pesar y sufrimiento por generaciones.
A diferencia de los daños causados por la naturaleza, los daños causados por la corrupción están al alcance de la humanidad para frenarlos, corregirlos, perseguirlos y castigarlos.
3.LA CORRUPCIÓN MÁS LETAL. La corrupción tiene diferentes expresiones y niveles. La más letal y tóxica es aquella que proviene de servidores públicos y de empresarios de alta gama. Sus réplicas y repercusiones se múltiplican por montón.
Sus principales culpables son aquellos que, utilizando su máxima investidura, practican, por un lado, la intencional negligencia inexcusable (omisión maliciosa) para facilitar y avalar la corrupción; y, por el otro lado, el perverso actuar para favorecer, aprobar y hacer reinar la corrupción.
4.ESCARNIO PÚBLICO. Estas personas, además de ser castigadas por el crimen que cometieron y ser obligados a devolver lo ilícitamente adquirido, caiga quien caiga, deben ser sometidos a escarnio público.
El país y la población deben públicamente declararlos enemigos de la nación, para que nunca más vuelvan a ocupar otro cargo en la administración pública, en el que puedan repetir su proceder.
Así se hace honor a La Patria.