Por: Abel D. Comrie Ortega
Cuando sonaron las primeras alarmas, advertimos la necesidad de corredores estratégicos (fíjense que no los llamo humanitarios) para permitir el traslado y/o trasiego de alimentos, insumos energéticos, médicos y personas en estado de necesidad sanitaria.
Esto fue bien acogido por algunas dirigencias, no así por otras. El problema se suscitó en tanto y por cuanto que esta lucha carece de un liderazgo homogéneo, lo cual ha impedido que muchas dirigencias, comprenda la importancia de los corredores estratégicos.
Los llamo estratégicos, porque para muchos productores, de humanitarios no tienen nada. Eso se demostró en la lucha pasada, cuando estuvieron al lado de los indígenas en los bloqueos y apenas se les dejó pasar, abandonaron el movimiento. Lo dejo ahí.
Si, el actual movimiento corre el riesgo de desgastarse a la espera de los tiempos procesales naturales de la Corte, de persistir la protesta en las calles. Es un dilema ya no táctico, si no estratégico y los únicos que en mi opinión lo están dosificando dentro de las circunstancias y en correspondencia con su discurso político, son los obreros y los docentes.
Al igual que el Suntracs y otras organizaciones, no confío en la Corte. Sin embargo, tenemos que apostar a que no se atreverán a un exhabrupto, por lo que quisiera dar por descontado el fallo de inconstitucionalidad.
El verdadero problema será, obligar al gobierno a ejecutar el fallo. Ya una vez se limpiaron “la cara” con otro anterior. No existiendo el acto jurídico por mandato judicial, la actividad minera simple y sencillamente tiene que detenerse.
Cuál es la ruta más apropiada?; qué de la custodia y conservación de los activos a la espera del proceso arbitral inevitable?; acaso será este mismo gobierno quien nos represente?; qué de los trabajadores que a pesar de haber interpuesto ya sendos secuestros, las autoridades les han impedido perfeccionarlos?.
Recordemos que, quien desee demandar en arbitraje, está obligado a notificar a la parte contraria de ello, con lo cual se abre un compás forzoso de seis meses de diálogo, para lograr un entendimiento.
Es en este periodo en que Panamá, debe reunir a sus mejores talentos para lograr la salida de la minera (que no es negociable) en términos que eviten el proceso arbitral.
Desmovilizar a la masa en vísperas de fiestas es muy peligroso. Me decanto por persistir en las calles, como un riesgo calculado.
Lo dejo hasta aquí, porque me sigo empapando en el asunto arbitral y del universo de recursos y técnicas forenses que tendrían lado y lado.
Un saludo a nuestros compatriotas del C-3 en esta fecha especial!!
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