El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por Ramiro Guerra M. Abogado y cientista político.
Desde el enfoque político, las opiniones en torno al proceso que se desarrolla contra el expresidente Martinelli, evocan mucha pasión e intereses que son propias de esta dimensión. Algunos sectores apuntan a señalar que: juicio ni que ocho cuartos de que, el personaje es un corrupto, un bandido y es responsable del delito imputado; otros que es un perseguido político y que hay factores de poderes económico y político que aspiran desterrarlo del firmamento político.En pocas palabras el expresidente levanta muchas pasiones.
Veamos el proceso desde el punto del derecho y las garantías fundamentales. Aplica o no la regla o principio, de hasta que no haya una sentencia en firme, el expresidente es inocente; igual toda la actuación tiene que preservar lo concerniente al debido proceso.
Las pruebas aportadas evaluadas con la sana crítica y depurada del riego de subjetividad. Como escribió el Dr. Secundino Torres, analizar con objetividad los alegatos de las partes. Las partes con sus alegatos aportaron lo que ellos consideran el cómo debe resolver el tribunal. Bien se dice que los alegatos constituyen proyectos de sentencia, obviamente que pasan por el tamiz del tribunal juzgador.
¿Es el expresidente responsable del delito que se le imputa? Desde la perspectiva de jurista, dejemos que el juicio fluya.
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