La política tienes sus enigmas.

A veces difícil de revelar, pero que pesa e influye en el iter de la historia.

Por Ramiro Guerra M.         Jurista, escritor y cientista político.

 

Nuestros pueblos tradicionalmente están en busca y esperanzado que llegue un mesías y depositan toda su confianza en, sin reparar su pasado o currículo como político.

Es una realidad, guste o no a sus adversarios, el señor Ricardo Martinelli, aún asilado, tiene un peso enorme en los dilemas y preferencias electorales.

De que otra forma entender, que un abogado como Mulino, viene en una escala ascendente en cuanto a las preferencias electorales.

Acaso habrá uno que otro candidato que puedan hacer las diferencias.

Con Ricardo Martinelli, ocurre un iter parecido a la vida política del caudillo Dr. Arnulfo Arias.   El Dr. Arias, entre mas ataque recibía, más crecía su caudal político.

La razón es sencilla, las víctimas suelen recibir apoyo de solidaridad. Canales de televisión como el dos y el trece, mantuvieron como noticia diaria, temas relacionados con el expresidente. Lo elevaron a la categoría de víctima y perseguido. Antes de 1968, el Dr. Arnulfo Arias, fue objeto de una brutal propaganda descalificadora. Aun estando exilado en los Estados Unidos, nunca perdió ese arraigo de masas

La oligarquía hoy se vuelve a equivocar e incurren en el mismo error. Así ocurrió antes de 1968, al punto que, los clanes de la oligarquía, electoralmente, no tuvieron otra salida, que buscar al Dr . Arias, para que fuera su abanderado en las elecciones de 1968.

Como olvidar que, en las elecciones pasadas, Martinelli, como hoy fue inhabilitado, pero su suplente a diputado, la periodista Mayín Correa, salió airosa, ganando la curul.

Cuando el Dr. Arias estuvo exilado en Coral Gable, su residencia, se convirtió en un centro, donde acudían políticos a visitarlos.  En la embajada de Nicaragua, ocurre algo parecido. A diario personalidades visitan ese pedazo del territorio de Nicaragua.

Pienso que, la decisión del Tribunal Electoral de inhabilitar al expresidente, ha terminado por ayudar al delfín de Martinelli, el abogado José Mulino.

Me llama la atención, que no por casualidad, la señora Linares, le hace escolta al candidato Mulino.

Otra vez la partidocracia quedó enredada en las patas del odio y desprecio que la oligarquía le dispensa al empresario Martinelli.

Habrá si acaso, uno que le dispute la presidencia al sr. Mulino.

Para que no me mal interprete, lo analizado, es propio del escenario político electoral. Nada tiene que ver con el proceso jurídico que terminó en sentencia condenatoria.

Así es la política; se viste de vario pinto. Desde el príncipe de Maquiavelo, el pragmatismo, el enfoque utilitarista, no necesariamente está mediatizado por la moral. Esa es la realidad

Todavía pesa el discurso del chenchén y el expresidente lo ha manejado eficientemente, al punto de que la gente (masas) de verdad cree que, en su gobierno puso plata en el bolsillo del pueblo.

Agarren este trompo con la uña de un dedo.

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