El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por Ramiro Guerra.
Jurista, Escritor Y Cientista Político.
El gobierno de Laurentino Cortizo, dejó un desastre en la administración del país. Endeudó al país, en su periodo, nunca visto en el país.
Previo a las elecciones de mayo 2024, diversos sectores del país, nada nuevo, levantaron la bandera de que no era posible salir del empantanamiento, sino en el marco de una gran unidad nacional, de cara a un objetivo de pleno desarrollo nacional sostenible. Unicamente posible teniendo como base una gran alianza nacional que inclisive alcanzara la gobernanza y la gobernabilidad.
Casi todos los candidatos a la presidencia del país, hicieron suyo el planteamiento de la unidad nacional para salir adelante como país.
El actual presidente, en no pocas veces habló de unidad nacional. Sin embargo una vez que asume la presidencia, hizo todo lo contrario. Se decidió por gobernar con un criterio extremadamente individual, sin referencia con el bloque social panameño. Salvo la empresa privada, que se sintió convidada a ser poder por el presidente Mulino.
Resultó claro, que lo de hacer gobierno en el marco de una unidad nacional, fue un cuento y otra vez, el electorado quedó guindado de las falsas promesas.
En otras ocasiones he escrito, que no hay estrategia nacional y democrática, sino se articula a la misma, representación de todo el espectro social panameño.
También he escrito, que el pueblo organizado, empezando por su base comunitaria, constituye una gran fuerza productiva para el impulso de una estrategia nacional de desarrollo sostenible democrática.
Hablar de cambio profundos, que alcance lo estructural y temas de superestructuras, sin considerar lo señalado, es pura retórica y demagogia
En política, un gobierno de unidad nacional, aunque no necesariamente, articula a todas las representaciones societarias, sobre todo las orgánicas, a participar en la gestión del estado.
Lo he escrito, el actual gobierno del lic. José Raúl Mulino, no cuenta con base de sustentación socio popular y democrática . Salvo el sector privado de la economía, de la cual él se siente parte
El presidente, siguió la misma líneas de su antecesor Cortizo. Asciende al poder por partidos políticos, PRD y el actual por RM, sin embargo se declara no tener compromisos con los partidos que electoralmente lo llevaron a ganar la presidencia.
Lo anterior, en este escenario ha venido a dar forma a un gobierno y una administración extremadamente centralista, lejos de un actor importante, como lo es, la ciudadanía. Esta no tiene espacio alguno con alcance deliberativo.
Un gobierno en situación como la planteada, es propenso a coyunturas de crisis sociales y democráticas.
En nuestro caso, solo con el apoyo de élites del poder económico y sus organizaciones, que históricamente han sido antidemocráticas y de un claro rechazo al concepto de patria y lo popular.
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