Victoriano Rodríguez Santos
Cada día la salud de la población panameña se deteriora más. Los centros de salud y hospitales del Ministerio, policlínicas y hospitales de la Caja de Seguro Social (CSS) cada vez están más deteriorados, con menos insumos y parte del personal (principalmente personas con jerarquía), imponiendo criterios por encima de la lógica, productividad, sin amor ni apego a la institución que les alberga. Obvio que no son mayoría, pero por pocos que sean, siempre hacen daño y mucho.Con las deficiencias en salud, que viene creciendo con cada nuevo gobierno, principalmente el que administra el presidente Laurentino Cortizo, el Ministro de Salud Luis Francisco Sucre y el director de la CSS, Enrique Lao Cortés, limitan el sistema y con ello el bienestar de la población.
Esto conlleva a profundizar la crisis de salud, razón por la cual los malabaristas candidatos de repartidos políticos, a la presidencia, prometen construir de uno a cuatro hospitales en su mandato, porque el negocio es la construcción, no la salud de la población.
Promesas de construcción que no cumplirán. No existe en Panamá la cantidad de profesionales de salud: llámese médicos, enfermeras, técnicos, farmacéuticos, laboratoristas y demás para atender los hospitales, policlínicas y centro de salud existentes, mucho menos si se construyeran más hospitales, la prueba principal, el Hospital de la Salud, aún no brinda servicios al 100%.
Cómo cereza del pastel se recrudece la situación en el hospital Susana Jones Cano, situado en Villa lucre, distrito de San Miguelito, producto de la falta de presupuesto y administraciones poco efectivas. Está situación lleva al director de la CSS a realizar cambios de capitán, en varias ocasiones.
Recordemos que fue titánica la lucha y presión de nuestras comunidades, con miles de firmas logradas, para que reabrieran LOS SERVICIOS DE URGENCIA, por casi cuatro años cerrados. Primero abrieron hasta las 10 de la noche, como si las enfermedades ocurrieran solo en el día. La población continúo y exigió las 24 horas, así logramos el objetivo.
En los cambios realizados, finalmente el Director General asignó a un médico que no tiene cola de paja y se atreve a hacer los cambios pertinentes, para mejorar el servicio de atención y presencia de la estructura, pero el hospital no cuenta con recursos económicos que le permitan responder a las necesidades de insumos.
El Hospital Susana Jones Cano es de SEGUNDO NIVEL. Años atrás ganó premios por su pulcritud, atención médica y hospitalaria, aseo, pintura en su estructura y tantos atributos, sin embargo hoy pareciera ser un barco a la deriva, ahora con un buen capitán y unos cuantos marinos, pero sin petróleo ni carbón (presupuesto) para hacer andar el mamotreto.
Por otra parte, un minúsculo grupo (personal irresponsable), pareciera hacerle la vida imposible, no al Director Médico, más bien a los pacientes, porque esa mala fe, ese mal actuar replica y afecta a los pacientes, pero el Reglamento Interno favorece a muchos irresponsables.
El Director Médico, doctor Rolando Jiménez, se le conoce como un hombre serio, respetuoso, honesto, trabajador incansable, con gran sentido de responsabilidad, amor a su trabajo y a la Patria. No obstante, se escuchan comentarios en los pasillos, hablar de persecución, obviamente de personas irresponsables y perversas que le adversan.
El doctor Jiménez desde su inicio empezó a poner orden; trago amargo para quienes se mantenían en los pasillos, se perdían al comercio local, abandonando su puesto de trabajo. Es decir incumplían su jornada laboral.
Algunos pudieran levantar falsos, sea tardanzas, inasistencia, hurto y quizás hasta acoso sexual, nada sorprendería de mentes enfermas, laborando en salud. Así o más claro. Dios te salve, Panamá.
5 Hay varios Likes:) Gracias...