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La traición en la historia

La historia de la humanidad ha sido intensa en sucesos de todo tipo vinculado a diversos acontecimientos bélicos, gestos valientes y también, en el plano íntimo, amores y amistades de diferentes que han definido, más de una vez, el rumbo de naciones.

Sin embargo, como en los antiguos discos de vinilo, también existe un lado con las traiciones, las cobardías y alcahueteadas más ilustres de la historia. En ese sentido, hubo majestuosos e impunes actos de traición entre colegas de toda la vida o compañeros de armas.

La confianza es un valor muy alto y el acto más eficaz para pulverizarla es la traición en sus múltiples formas, pero muchas veces, lo que un sector, sea un país, una familia o «un reino, define como traidor, se convierte automáticamente en héroe para el otro bando.

En Panamá estamos próximos a que se consuma uno de los actos más detestables de traición a la patria, cuando se pretenda aprobar en los próximos días, a tambor batiente, el Contrato minero que le regala nuestro oro, cobre y muchos otros minerales de alto valor económico a la empresa minera First Quantum Minerals Ltd. y nuestro país solo recibirá migajas, el fruto de la traición que recibirán una larga lista de diputados de los cuales estamos tras su pista, recordándoles que nada quedará oculto, sino que todo saldrá a la luz y nos queda además fruto de esa gran traición que adquirirá rango histórico, el destrozo del ambiente de esa área del país, que es parte del corredor biológico mesoamericano.

Aquí algunas de las traiciones y traidores más relevantes.

Marco Junio Bruto 

Educado en una estricta moralidad republicana, Marco Junio Bruto fue definido por Plutarco como «portador de un carácter puro e íntegro». Durante la guerra Civil Romana integró la oposición y Julio César lo perdonó.

Luego, Casio lo convocó para su conspiración contra César. Así, Brutus se reunió con otros senadores en una de las más grandes traiciones de la historia: el asesinato de Julio César el 15 de marzo del año 44 a.C.

Luego del crimen la ciudad de Roma estuvo en contra de los conspiradores porque amaban a Julio César. Marco Antonio, lugarteniente de César, decidió aprovecharse de la situación y el 20 de marzo amenazó a los asesinos en el elogio fúnebre de César.

Luego de ese acontecimiento, Roma dejó de ver a los conspiradores como salvadores de la República y todos fueron acusados de alta traición.

Guy Fawkes

Puesto en valor a partir de la película, V de Venganza, su rostro se volvió el símbolo de los anarquistas y de casi toda movida anti sistema en la actualidad.

El 5 de noviembre, sobre todo en Estados Unidos y el Reino Unido, prenden fuegos artificiales; hacen hogueras y queman caretas de Guy Fawkes para conmemorar la llamada «Conspiración de la Pólvora».

Para quienes no lo conocen, en la biografía de Fawkes confluyen, entre otros datos, el intento de asesinato de un rey junto a una conspiración fallida que intentó prender fuego al parlamento inglés.

Entre 1601 y 1603 un grupo de católicos planearon cómo sacarse de encima la monarquía protestante de la reina Isabel I quien, al morir, fue suplantada por Jacobo I, monarca que endureció las leyes anti católicas.

En esos años, Guy Fawkes estaba lejos de Inglaterra y participaba en la Guerra de los Ochenta años, donde se alistó en el ejército de España que enfrentó a la república holandesa protestante.

Fawkes tenía una especialidad muy valorada en el campo de batalla: era experto en explosivos. Para lucir esa destreza fue reclutado por los católicos ingleses y trasladó junto a sus compañeros 36 barriles de pólvora al sótano de la Cámara de Lores.

Planeaban sacarse el problema de raíz y detonar el parlamento que asfixiaba con sus leyes a los católicos. Pero la información se filtró, el atentado quedó frustrado y a Fawkes lo condenaron a la horca por alta traición el 31 de enero de 1606.

Robert Ford

A pesar de toda la confianza, el 3 de abril de 1882, Ford, que soñaba e idolatraba a Jesse James, lo asesinó de un tiro en la cabeza mientras el jefe de la banda estaba de espaldas.

La reacción fue inmediata, ya que Robert Ford fue apodado «el cobarde» y el 8 de junio del mismo año, un admirador de Jesse James entró a un local donde estaba Robert, lo saludó y le voló la cabeza.

Robert Ford está en el cementerio Sunny Slope en Richmond, Misuri.​ En su lápida lleva la inscripción: El hombre que disparó a Jesse James

Benedict Arnold

Nació en Norwich, el 14 de enero de 1741, en el estado de Connecticut, como súbdito británico. Era el segundo de los seis hijos de Benedict Arnold y de Hannah Waterman King.

Tuvo una vida complicada, con un padre alcohólico y tres hermanos muertos.  Intentó mejorar su vida y se unió al grupo militar «Los hijos de la libertad». una organización secreta que abogaba por la resistencia las medidas parlamentarias restrictivas.

Arnold no participó en ninguna manifestación pública pero, como muchos comerciantes, continuó haciendo negocios abiertamente desafiando las leyes parlamentarias que legalmente equivalían al contrabando.

Tras varias victorias llamó la atención de George Washington y Thomas Jefferson pero su fama se perdió cuando fue herido en su pierna y relegado por los generales revolucionarios.

Herido, decidió cambiar de bando y planeó entregar West Point a los ingleses. Pero su traición fue descubierta y no le quedó otra que huir con el bando de Inglaterra para atacar al ejército revolucionario.

Mientras que para la historia oficial de Estados Unidos es un traidor, para los británicos fue un verdadero patriota.

Está la traición de Caín contra Abel, la de Judas contra Cristo….seguiremos con historias de traición, con el ánimo de que ojalá y se arrepientan, los que en lo secreto y por su propio interés pecuniario intenten traicionar a la patria panameña.

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