La verdad histórica y la razón prevalecerán

Después del triunfo de Donal Trump en noviembre pasado, empezó por expresar que Estados Unidos pretende tomarse el Canal de Panamá, en tanto que es importante para el tránsito de sus naves comerciales y de guerra, aunque extrañamente, son muy pocas las naves civiles con registro norteamericano que, transitan cotidianamente por el Canal, visto el hecho que, un alto porcentaje del tránsito con carga va hacia o desde EE.UU. pero en embarcaciones que están registradas en otros países del mundo.

Donald Trump ha retomado en serio la doctrina Monroe y la misma declara que América es para los americanos, pero en la acepción de que americanos en este caso no comprende a todos los que somos del continente americano, sino solo nos que constituyen el poder fáctico en los EE.UU.

Cuando James Monroe impuso su doctrina en 1823, el imperialismo norteamericano estaba en su etapa embrionaria. 23 años después Estados Unidos de Norteamérica le arrebató el territorio mexicano que ahora son los estados de Texas, Nuevo México, Alta California, Arizona, Nevada, Utah, y parte de Colorado y Wyoming, casi la mitad del territorio norteamericano, en una acción de conquista territorial a la fuerza, propia de un imperio en expansión.

El gobierno de Estados Unidos en una decisión rapiñezca y propia de piratas, autorizó y respaldó la actividad de filibusteros en el año 1851, 1852, 1854, 1855, 1856 y 1857. Incluso William Walker, siendo un gran millonario de aquella época, fue muy famoso por invadir y tomarse territorios en Costa Rica, Nicaragua y Honduras, de donde fue derrotado por tropas patriotas de esos países hermanos, puesto prisionero y fusilado, hecho que fue escarmiento para otros filibusteros que le parecía bien invadir nuestras patrias.