Existeuna legítima preocupación en Panamá, por la falta de liderazgo claro en medio de esta crisis por la cual atraviesa el país. No obstante, en la historia siempre ha ocurrido que del devenir d ellos hechos, la realidad pare un liderazgo que estará a la altura de las circunstancias históricas que estamos viviendo.
El liderazgo que ha habido, a sucumbido ante la seducción de la rampante corrupción que nos ha estremecido a toda nuestra sociedad.
Incluso quienes se han proyectado en el mundo político, lo han hecho desde el prebendarismo, el clientelismo y la corrupción generalizada.
Los partidos políticos sucumbieron todos y zozobraron en el mar de la desconfianza ciudadana.
Los candidatos que, ahora se perfilan para las próximas elecciones den cinco meses, casi todos están involucrados con la empresa minera delincuente e incluso algunos de esos candidatos han apoyado visceralmente a la empresa minera, diciendo que quienes se oponían a su accionar, “hablaban paja”
Pero a pesar de todas estas circunstancias, surgirá un liderazgo nuevo, no contaminado que, será capaz de liderizar al país a la conquista de nuevos caminos de justicia social y de oportunidades de promoción para todos los panameños y también sabrá qué hacer con aquellos panameños que nos metieron en las honduras de esta crisis, movidos por la corrupción, ambición desmedida y la avaricia.