A Propósito Del Seguro Social.
Por Ramiro Guerra M.
Jurista, Escritor Y Cientista Político.
Las tensiones sociales están a la vista, en torno al seguro social. Las propuestas para salir del empantanamiento de la institución ponen de relieve, las contradicciones que dan cuenta de intereses opuestos. Reaparecen los mismos actores de la coyuntura de 2022 y 2023. Por un lado, un bloque social popular con su agenda democrática – popular, que tuvo como eje, reivindicaciones fundamentales, relacionadas con la mejora de las condiciones de vida de los panameños (rebaja del costo de la vida, alimentos, medicinas, combustibles etc…).
Y por el otro lado, interlocutores del bloque que articulaba a sectores (fracciones de la oligarquía). En esa coyuntura quedó en evidencia el control y dominio que ejerce la oligarquía, sobre renglones de la economía y que, dada esa relación, someten al pueblo a una perversa explotación.
Escribí hace algunos meses, que esas coyunturas de julio de 2022 y la de 2023, quedaron abiertas y que de seguro, en un futuro, más temprano que tarde, volveríamos a ver a los mismos actores que por naturaleza son antagónicos y que el eje de ese tensionamiento social, lo sería, la cuestión relativa a la caja de seguro social.
En esta ocasión, el tema del seguro social, pondrá en escena, un gran movimiento de masas, en tanto que lo que plantea el bloque de la oligarquía, está dirigido a menguar las presentes y futuras pensiones, sobre la base de entregar al capital privado, la administración de los dineros de los asegurados que resulta ser una auténtica fortuna que puede terminar en desafortunadas manos.
Estos sectores, han montado una campaña feroz, de desinformación dirigida a tergiversar el concepto de la solidaridad. Soslayan que ha sido la filosofía de lo solidario, lo que le ha permitido a la caja de seguro social, brindar servicios a un aproximado 80 por ciento de la población y pensiones hasta un 60 por ciento y más, a los que se acogen al retiro laboral.
El sistema de capitalización individual, ofrece una desvalorización de lo social y lo humano.
Esa campaña de desinformación, combinada con un discurso de miedo y terror, en el sentido, de que se privatiza o sencillamente, las pensiones de hoy y futuras, podrían tener un techo de hasta 40 por ciento. Es una política a manipular y secuestrar las conciencias críticas.
Como escribo, nuevamente los mismos actores de las pasadas coyunturas.
Esta vez, la realidad de un movimiento social popular más unido y más fuerte.
El sector privado, apuesta al control que ejerce sobre aparatos de la superestructura, sobre todo el político.
Estamos a la entrada, que reeditará situaciones parecidas con las coyunturas pasadas.
En esta ocasión, el bien más preciado, la vida, su defensa, será el norte de la lucha.
Quisiera equivocarme, pero la oligarquía no hace concesiones.
DIOS BENDIGA LA PATRIA.
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