El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por: Ramiro Guerra Morales, Abogado y Cientista Político
Tenemos una Corte suprema, que no percibe o no lo hace por razones política, que transitamos por caminos borrascosos que dan cuenta de un autoritarismo creciente. Se ha venido pretextando la pandemia, para anular o mediatizar eficacia a derechos fundamentales.Los derechos fundamentales (Título tercero de la constitución) y una Justicia, en particular Corte Suprema, que decide tardíamente cuando de tutela de derechos fundamentales se trata.
El poder político argumenta, la vida primero, lo colectivo por encima de los derechos individuales. Lo anterior equivale a decir, el Título Tercero de la constitución ha sido, de hecho, subalternizado y peor, relegado a meros enunciados de poca monta. Eficacia y validez, relativizados. Materias que deben ser objeto de ley, son reguladas por decretos y resoluciones administrativas. Hay complacencia o temor de contrariar el poder. Más en estos temas de pandemia y derechos fundamentales.
La cuestión de la credibilidad y la pobre legitimidad social, del órgano judicial, por los lado de su cúpula, sigue siendo un problema grave y de fondo. Da la sensación, que su no pronunciamiento en los temas citados, es más una posición política que de justicia. Actos y actuaciones de la administración cuyos efectos debieron surcar el trámite de la suspensión, no ha sido así.
El Título Tercero, constituye una columna fundamental de un estado que tenga como apellido el derecho. Mi formación jurídica, se la debo a maestros, como el Dr. César Quintero, mis lecturas del papel del abogado en la sociedad de Eduardo Couture, su decálogo del abogado y es por ello que no puedo callar ni dejar de escribir. Estamos viviendo tiempos de la merma y mediatización del estado de derecho. Dios bendiga mi patria y a los panameños.
2 Hay varios Likes:) Gracias...
