Las ironías de la historia. A propósito de la reversión del canal.               

Por Ramiro Guerra M.    

La lucha por eliminar la zona del canal, librarnos de un ejército extranjero y recuperar el canal, fue toda una odisea producto de luchas de generaciones de panameños. Omar Torrijos fue el comandante del proceso negociador que le puso fecha al enclave zona del canal. Un estado dentro otro estado el nuestro. Cierto que muchos patriotas, se opusieron al tratado negociado dado que, el tiempo acordado para poner fin al enclave y la reversión del canal, era muy largo.

Sin embargo, el tiempo le dio la razón a Omar Torrijos, se operó con la lógica y conciencia de lo posible. Probablemente la lógica de todo o nada, seguramente hoy tendríamos ese puñal del enclave en nuestro país.

Sin embargo, los grupos de poder económico (salvo excepciones) y gente sin sentido de identidad patria, abogaban por mantener al país en su condición de país intervenido y limitado por los Estados Unidos. Fueron tan lejos como señalar que los panameños no teníamos capacidad de administrar el canal.

En la historia, como se dice a veces hay que hacer tripa corazón; fue un gobierno que hizo coro a esos discursos antitratados, que les tocó en nombre del estado, recibir el canal.

Bueno así fue y lo más importante fue que logramos dar un salto de calidad en dirección a lo que podría haber sido una importante palanca del desarrollo nacional.

Hoy el pueblo panameño, siente algo de frustración en tanto que siente que los recursos que genera el canal al estado, no han tenido el impacto que Omar Torrijos vislumbró.

Los grandes ganadores de la recuperación del canal, han sido los grupos de poder, que se articulan al renglón servicios, logística, comercio y financieros.

El planteamiento de que parte importante de los ingresos que recibe el estado por parte del canal, se destinen al programa del IVM de la caja de seguro social, tiene sentido.

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