Llamado a la Policía Nacional

La represión policial al pueblo es la receta del actual gobierno para resolver los problemas del país

Victoriano Rodríguez Santos

 

Es necesario pensar, analizar, cuadrar las cosas y actuar. No necesariamente las cosas son como se ven o nos imponen, mucho menos cuando nos la venden como buenas, peor aún si hay intereses económicos o políticos de por medio.

Es obligatorio reflexionar y proceder. El silencio nos hace cómplices. Los escritos bien elaborados, principalmente en la Asamblea, con mucha sapiencia e intriga dejan de decir las cosas que para en nuestro entendimiento parecieran buenas, pero es todo lo contrario.

En el articulado del nefasto proyecto que aprobó la Asamblea, del cual se sumaron muchos Judas, dejan expuesto claramente la posposición de algunas medidas (carta abierta, a futuro, para implementar el aumento de la edad de jubilación y la trasformación de la Caja de Seguro Social en un ente indiferente al dolor humano, la banca privada).

La CSS pudiera quedar, prácticamente peor que el Ministerio de Salud, que no cumple con el 100% del CAPÍTULO 6º: SALUD, SEGURIDAD SOCIAL Y ASISTENCIA SOCIAL, de la Constitución Nacional, entre ellos los artículos 109, 110 y 111.

Con la Ley 406, fueron 45 apátridas quienes, en violación a 25 artículos de la Constitución Nacional, aprobaron ese nefasto mamotreto. Ahora con el Proyecto 163, de la CSS, se suma a 48 los diputados que traicionan la voluntad popular.

En atención a lo expuesto y lo dicho por las organizaciones gremiales: es obligatorio hacer un llamado a la Policía Nacional a actuar con prudencia en las próximas manifestaciones populares. Evitemos aquel último evento en avenida Balboa.

Ustedes, antes que ser policías, son ciudadanos. Cuando se quiten el uniforme, son ciudadanos, sus padres, hijos, hermano, parientes, pareja y amigos son ciudadanos y ese nefasto proyecto que aprobaron en la Asamblea, les perjudicará directa o indirectamente a cada uno de ellos, inclusive, a ustedes.

Por lo menos no agarroten ni agredan a la población que se manifiesta defendiendo sus derechos. Recuerden: NO EXISTE DE DEBIDA OBEDIENCIA en la Constitución ni ley alguna, en Panamá.

Cuando vayan a reprimir a una persona, no la agredan, piensen, según la edad de la misma, que puede ser su hermano, padre, madre, sobrinos o hijos. No nos agredan, estamos defendiendo el bienestar de la población y el de ustedes.

Tengan presente que: Si la población se mantiene callada, nadie escuchará nuestro dolor, porque lo expresamos en silencio y el silencio es cómplice de la maldad, del irrespeto del sometimiento. Ustedes conocen mucho sobre el silencio y el sometimiento.

Nadie está por encima de la Ley y la Constitución, ni siquiera el presidente de la república. Dios te salve, Panamá.

 

Economista, educador, master en Recursos Humanos.

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