La Universidad Especializada de las Américas, una atalaya de la educación superior del país, que debería ser un bastión del pensamiento crítico, ha sido gravemente resquebrajada en su institucionalidad, por quienes buscan perpetuar el control y la exclusión.
Por: Danysabel Caballero
Doctora en Ciencias de la Educación
Ayer, lunes 6 de enero de 2025, he recibido notificación formal de mi destitución de la Universidad Especializada de las Américas -Udelas- al cabo de más de veintiún años dedicados a la docencia, investigación, extensión y administración.
Indignada, más no sorprendida por el acto deleznable cometido por quienes actualmente usurpan la Rectoría, Nicolasa Terreros Barrios y Juan Bosco Bernal, denuncio el hecho, públicamente, dado su inocultable sesgo de persecución política, y por cuanto vulnera mis derechos y destruye los principios fundamentales de esta casa de estudios superiores.
Se trata de un acto arbitrario con el cual se ha pisoteado mi trayectoria profesional y la de todos los que creemos en una academia sustentada en una institucionalidad transparente y democrática. Pero, sobre todo, estamos ante un claro abuso de poder; un ataque directo a la esencia misma de la universidad.