la situación actual en las relaciones ruso – ucranianas.
Por: Rigoberto Castillo G.
Abogado y Master en Derecho Internacional.
En el año 2014, es derrocado el presidente constitucional de Ucrania, Viktor Yanukovich. Al poder ascienden fuerzas de ultraderecha anti rusa y ligadas al neonazismo (Pravo Sektor). Esta situación genera es un detonante en los territorios de Donetsk y Lugansk, en donde la población de origen rusa se levanta en armas a raíz del exterminio del que son objeto, por parte de bandas armadas neonazis. Inicia una guerra de separación (de independencia), en contra del poder central de Kiev. La guerra generó cruentos asesinatos y desgracias para ambas partes: Ucrania y los territorios separatistas – la República Popular de Donetsk (RPD) y de la República Popular de Lugansk (RPL). Ambos territorios fronterizos con la Federación de Rusia.¿Por qué se firmaron los Acuerdos de Paz de Minsk, de 2014 y 2015?
Los Acuerdos de Paz de Minsk se firmaron, el primero, en 2014 y el segundo, en 2015. El objetivo, de ambos Acuerdos, es el de poner fin al conflicto armado separatista.
Auspician la firma de los Acuerdos de Paz Minsk: Alemania, la Federación de Rusia, Francia y la propia Ucrania, que sí es parte de los Acuerdos, junto a los rebeldes separatistas.
¿Que se acordó en el primer Acuerdo de 2014?
Los representantes del gobierno de Ucrania con a los separatistas de la RPD y de la RPL acordaron un alto al fuego de 12 puntos. El acuerdo incluía un intercambio de prisioneros, asistencia humanitaria y la retirada de armas pesadas de la zona en disputa, pero este quedo sin efecto por el incumplimiento de ambas partes a cesar los choques armados.
Ahora bien, en ninguno de los 12 puntos se hace mención de cumplimiento de alguna obligación, por parte de la Federación de Rusia, de Alemania o de Francia, o de cualquier otra potencias mundial o bloque militar (la OTAN, por ejemplo).
¿Qué se pactó en el Acuerdo de Paz de Minsk, o Minsk II, de 2015?
Se acordaron un conjunto de 13 puntos, que van desde: un alto el fuego inmediato y completo, la retirada de todas las armas pesadas por ambos bandos, el seguimiento y verificación del alto el fuego por parte de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), el inicio de un diálogo sobre el autogobierno interino de las regiones de Donetsk y Lugansk, de conformidad con la legislación ucraniana, y reconocimiento de su estatus especial mediante una resolución del parlamento, el indulto y amnistía para las personas involucradas en los combates, el intercambio de prisioneros, prestación de asistencia humanitaria, reanudación de vínculos socioeconómicos, incluidas las pensiones, restauración del control total de la frontera estatal por parte del gobierno de Ucrania, retiro de todas las formaciones armadas extranjeras, equipo militar y mercenarios, reforma constitucional en Ucrania, incluida la descentralización, con mención específica de Donetsk y Luhansk, elecciones en Donetsk y Lugansk en términos que se acordarán con sus representantes y, finalmente, la intensificación del trabajo de un Grupo de Contacto Trilateral, incluyendo representantes de Rusia, Ucrania y la OSCE.
Situación actual.
Es necesario indicar que, en estos momentos, las posturas de algunas potencias occidentales, con excepción de Francia, es la de que Ucrania no cumpla los Acuerdos de Paz de Minsk; una cuestión totalmente contradictoria, ya que estos Acuerdos fueron, también, aprobados por el Consejo de Seguridad de la ONU.
En los días en que la ministra de Defensa británica, Penny Mordaunt, visitara Rusia, la prensa de ese país publicó artículos en los que se decía que, “Ucrania no debe cumplir los Acuerdos de Minsk, porque favorecen a Rusia”, así mismo, recientemente, la Embajadora de Alemania en Kiev, Anka Feldhusen, en un programa de televisión de Ucrania, declaro “no estar convencida que los Acuerdos de Minsk fueran la mejor solución…” a la crisis en las relaciones Ucrania – Rusia.
Rusia, a través del presidente Vladimir Putin (durante el encuentro este mes, en Moscú, con el presidente francés Macron), ha insistido que, “…el rechazo a cumplir el Acuerdo de Paz Minsk no es una opción…”, y que Ucrania, firmante de dichos Acuerdos debe cumplirlos, “le guste o no le guste…”, y es que, el incumplimiento viola el principios pacta sunt servanda”, piedra angular del Derecho Internacional y del Derecho de los Tratados Internacionales (Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, de 1969), y siembra la desconfianza.
Posteriormente, el presidente Macron en su encuentro con el presidente ucraniano, Vladimir Zelensky en Kiev, al día siguiente de la reunión con Putin, declaró que, “los Acuerdos de Paz de Minsk son la única forma de evitar una guerra en Ucrania…”, y restablecer el orden de la seguridad en toda la región.
¿Por qué a Ucrania la instan a no cumplir con los Acuerdos de Minsk?
Por la sencilla razón que quedaría ipso facto y por lex interna de la propia Ucrania lisiada, totalmente, de ingresar a la OTAN, y es que el Tratado de Washington de 1949, en su artículo 1, dice entre otras cosas que, “las Partes se comprometen, tal y como está establecido en la Carta de las Naciones Unidas, a resolver por medios pacíficos cualquier controversia internacional en la que pudieran verse implicadas de modo que la paz y seguridad internacionales, así como la justicia, no sean puestas en peligro, y a abstenerse en sus relaciones internacionales de recurrir a la amenaza o al empleo de la fuerza de cualquier forma que resulte incompatible con los propósitos de las Naciones Unidas.”
A las economías de las potencias Occidentales, incluida EE.UU. le urge una guerra, que le proporcione grandes ganancias económicas, la caída abrupta de la economía rusa y presentar así, una mejor condición para un desafío contundente a China. Tema este de otro análisis.
7 Hay varios Likes:) Gracias...