El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Jaime Alberto Caballero, dirigente de Suntracs.
El dirigente de los trabajadores de la Construcción, Jaime Alberto Caballero, se apersonó a un Banco de la ciudad capital a los efectos de reactivar una cuenta personal en esa la entidad bancaria BAC, y la oficial que le atendió, según su testimonio le dijo que muy apenada tenía que informarle que su entidad había determinado que ese servicio público financiero estaba vedado para su persona y todos los que tuvieran algún vínculo con el Sindicato de trabajadores de la Construcción y Similares, Suntracs.
Recientemente, el presidente de la república intervino para resolver el entuerto que por instrucciones superiores del gobierno pasado, se les impidió a la Suntracs manejar y operar las cuentas que mantenía por décadas con la Caja de ahorros, en una clara denegación de un servicio público que, es un derecho de todos los panameños.
Pareciera que, la banca privada insiste en la arbitrariedad y ahora no solo impide la creación de cuentas a Suntracs, sino que ha extendido su afectación a todos sus componentes, especialmente a sus dirigentes, introduciendo un componente peligroso de lucha de clases en contra de los trabajadores a los cuales los obliga a manejar sus finanzas al modo antiguo, exponiéndolos a lógicas consecuencias del peligro se andar con dinero en efectivo por donde se muevan.
Extrañamente, los sobrepasó el odio de clase y hoy se quitan la careta de servicio público para mostrar la real identidad de banca discriminatoria que, como dice el dirigente Caballero se alimentó y lo sigue haciendo con dinero provenientes del blanqueo de capitales, que resultan de la corrupción y el narcotráfico, pero a esos delincuentes los invitan a depositar y a ganarse ellos, grandes ganancias por el trabajo de lavar esos dineros sucios, mientras que le impiden a los trabajadores hacer sus depósitos y tener cuentas con dinero bien sudado y habido por el trabajo honesto.
La denegación de los bancos es; un acto deliberado de provocación que, sin duda tendrá consecuencias serias y echan tinta a el oscuro panorama que nos espera en el país.
Tal como está escrito en el libro del profeta Isaías, capítulo 59, versículo 14, ser honrado en este país, resulta peligroso.
“La verdad tropieza por las calles y la honradez ha sido declarada ilegal”. Isaías 59: 14
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