El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por Ramiro Gurrra M.
Louis Althusser, filósofo francés, dedicó su vida a investigar la cuestión ideológica. Al referirse a la superestructura, colocaba la ideología sobre las instancias político jurídico. Estas dos instancias, ambas, tienen siempre mucho de ideología. Los hombres que se articulan a estas instancia o dimensiones de la superestructura, están convencidos de que, nada tienen que ver la existencia terrenal y del cómo, ésta hace posible, la misma vida. Estructura o base material.
El hombre o el intelectual de la superestructura, de verdad está convencido de que su conocimiento es apriorístico y el hecho social es relegado como fuente de estos campos o instancia de la superestructura. Ejemplo, el derecho siempre estará precedido por el hecho social. Aquel determina la política, lo mismo que al derecho. Estas instancias a pesar de esa relación o determinación, base superestructura, tanto el derecho como la política se reservan para un campo de relativa autonomía, que le habilita para incidir en el mantenimiento de la base material de la sociedad.
La relación base e instancias sobreestructurales, es de ida y vuelta.
Volviendo al tema, el derecho como la política, siempre tienen el sello de la ideología. El argumento dirigido a justificar estas instancias, cae en el campo de la ideología.
El hombre de la superestructura, sea intelectual de lo jurídico, de lo político, sus horizontes para entender los conflictos antagónicos que se dan en la base material de la sociedad, son los que en última instancia determinan la relativa formalidad de la existencia de su hacer mediador como político y jurista. El científico de estos saberes, busca su razón existencial en la base material de la sociedad y cuando lo hace, se hace crítico. O sencillamente, verbigracia, los profesionales quedan reducidos a ser hombres de superestructura.
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