Por: Víctor Collado Sánchez
Han transcurridos 3 semanas de ejercicio del nuevo gobierno y, obviamente, es temprano para adelantar un juicio de valor por falta de elementos que serían indispensables.Sin embargo, cualquiera exploración no debería iniciarse a partir del 1/7 porque JR Mulino empezó a tomar medidas y posiciones antes de asumir el cargo de Presidente.
Hagamos un recuento de algunas de los hechos que dibujan el carácter de lo que es o podría resultar siendo el camino y orientación del nuevo gobierno.
Empezando, y desde muy temprano, se dirigió directamente a los gremios docentes expresando que ellos sólo servían para hacer huelgas. Y sentenció, sin disimular una advertencia que iba más allá de los maestros y profesores, que el gobierno manda y si se equivoca, vuelve y manda.
Aun así el Presidente sabe que, desde su posición, no puede cerrarse al diálogo pero da pistas de su discutido interés en acuerdos cuando no coincidan con sus propios proyectos. Y esta actitud es particularmente importante para todo el sector popular, quien pronto tendrá que reaccionar en batalla por sus derechos y conquistas.
Hay varias señales que asoman una postura de soberbia y que el gobierno, de seguro, se mantendrá en decisiones aunque se equivoque o se le cuestione y demuestre lo contrario.
La más clara de ellas responde a su particular manera de concebir su liderazgo ejecutivo soslayando condiciones legales que determinan cómo deben tomarse ciertas resoluciones sin que ello conlleve rebaja alguna de las atribuciones constitucionales
Y así quedó claro cuando expresó que no nombraría al Director de la CSS si la terna se la presenta la actual Junta Directiva con base a que algunos de sus miembros tienen sus períodos de vigencia vencidos.
De ser ese el caso, que desempolve, entonces, la propuesta de CONATO quien ya designó nuevos representantes hace rato y le advierta a la empresa privada, con igual brío que tiene representantes con períodos vencidos.
En otro momento designó a la Directora del Inadeh sin esperar la terna de candidatos que debe enviarle el Consejo Directivo según Ley.
Lo mismo ocurrió con el Fondo de Promoción Turística (Promtur) en cuya instancia el Presidente no tiene facultad legal para hacer el nombramiento de su principal gestor.
Le advirtió, además, a la Comisión de Reformas Electorales (CNRE) que tenía lista la pluma para vetar la Ley que apruebe la AN si las reformas al Código Electoral no son las que él considere convenientes.
En otra ocasión expresó la necesidad que la AN se instalara con la mayor cantidad de Diputados electos, lo que hizo que el TE pusiera pie en el acelerador y solo un Diputados (de 71) no fue juramentado en la sesión de inicio el 1/7.
Terminó nombrando en Gobernaciones puntuales a políticos que fracasaron ruidosamente en el recién torneo electoral y para nada atendió la voz de protesta de la comunidad al respecto.
Hasta ahora las críticas sobre los procedimientos utilizados y/o designaciones del presidente, han recibido un mutis Presidencial.
Y lo anterior son apenas las primeras cicatrices de un gobierno en su preludio.