Narrativa corta.
Autor: Ramiro Guerra M.
Tarde lo comprendimos. Eran tiempos donde la United Brand Banana, hizo del licor una política de embrutecimiento.
En todas las fincas había instalado pequeñas tiendas- comisariatos; la venta de licor era pan nuestro de cada día. Los amaneceres dejaban ver a trabajadores mutilados por las locomotoras y trenes, que trasladaban las frutas de bananos, desde la finca hacia el muelle para su embarque para los Estados Unidos.
Producto del licor, los obreros se dormían sobre los rieles. La empresa conocía de esa realidad pero nunca puso freno a la venta de licor; lo estimulaba y promovía.
Las controversias vecinales eran violentas. El arma preferida por los contrincantes, era la rula. Una especie de machete largo y muy filoso que, se usaba para desmembrar la cabeza de banano del tallo. En una ocasión, muy niño, mi abuela y yo, nos disponíamos subir al ferrocarril, que nos llevaría al poblado de Aserrío. Allí, se hacia una escala y teníamos que caminar hacia San Andrés. En la estación en Puerto Armuelles, de repente se formó la corredera.
De algún cuerpo de un hombre, una cabeza voló por los aires y el torso sin cabeza; caminó sin cabeza unos a dos metros. Mami trató de que no viera semejante situación macabra. Tarde, mi cerebrito registró todo. Todavía recuerdo esa escena, así era la vida en aquellos tiempos.
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