Por Jaime Flores Cedeño
Prof. de Filosofía e Historia-Abogado
Su excelencia Marvin Ortega Embajador de Nicaragua en Panamá por siete años consecutivos.
Hace pocas horas nos enteramos por distintos medios de comunicación sobre la finalización de las funciones diplomáticas del Embajador de la República de Nicaragua en Panamá, el Licenciado Marvin Ortega, persona que conocemos, y quien nos merece nuestra máxima admiración por sus virtudes patrióticas y de solidaridad permanente para los pueblos de América Latina.Su paso por Panamá, fue fecundo en todo el sentido de la palabra, se dedicó entre otras ejecuciones, desde el 2016, a difundir aspectos relevantes de la cultura e historia nicaragüense en foros, seminarios, y sitios públicos, que contaban con participantes ávidos de conocer más sobre la hermana Nación.
Sería extenso enumerar todas sus obras, una de las últimas, fue la inauguración de un monumento con la imagen de Augusto César Sandino, en la Universidad Panamá, que lleva en la parte inferior una placa con los nombres de la veintena de panameños caídos de la Brigada Victoriano Lorenzo, que combatió al lado del FSLN, para derrocar al dictador Somoza.
Homenajes permanentes a distintos héroes sandinistas, como: Carlos Fonseca Amador, formaban parte de la agenda anual del embajador, el cual mantuvo lazos cordiales de amistad, cordialidad y respeto, con diferentes organizaciones populares, cívicas e instituciones del país.
En materia cultural organizó una Gala Musical en el mes de febrero, destacando el natalicio del poeta Rubén Darío, evento muy concurrido por estudiantes, profesionales y público en general.
Nos llama la atención los titulares de algunos medios escritos que señalaban “la destitución del embajador”, cuando sabemos, que es práctica común de los estados remover a los miembros de su cuerpo diplomático por diversas razones, en el caso de Marvin Ortega, había cumplido 7 años en su misión, y por consideraciones del Gobierno de Nicaragua, se decidió nombrar a otra persona, una práctica normal, que cuando se produce en otras embajadas pasa inadvertido.
No debemos dejar de mencionar, que, en distintos eventos el embajador resaltaba el desarrollo en materia política, social y económica de su país, a pesar de las sanciones impuestas por los Estados Unidos, y su apoyo al gobierno sandinista, que trabaja por el bienestar de su pueblo, lo que denotaba su irrenunciable patriotismo.
Las organizaciones populares y sociales de Panamá, que tuvo contacto el embajador, verán siempre en él a un amigo, pero especialmente, un revolucionario sandinista y combatiente de la dictadura de Somoza, que inicio su vida política desde muy joven en Nicaragua, y el Continente, situación que le trajo persecuciones por regímenes de derecha, inclinados a los USA, que no toleraban sus ideas políticas.
Un aspecto biográfico importante es, que, en el año 1964, estando de paso por Panamá, participó de la Gesta del 9 de enero, para tales efectos, remitimos el escrito que hace poco publicara el compañero abogado Jorge González, titulado: “Misceláneas patrióticas poco conocidas del 9 de enero de 1964”.
Finalmente, al licenciado Marvin Ortega, le extendemos nuestro agradecimiento por su gestión en Panamá, que puso en alto a su país y dejó una estela de realizaciones que serán bien recordadas.
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