Nosotros los residentes de las comunidades de Nueva Lucha, Monte Virgen, San Benito, Palmilla, Belén, Petaquilla, Sinaí, Nueva Esperanza, Nuevo Edén y Faldía, durante 25 años hemos sido víctimas de los abusos de Petaquilla Gold y Minera Panamá S.A., filial de la empresa transnacional First Quantum Mineral, quienes han actuado con la complicidad de los diferentes gobiernos panameños, al violentar la Ley que están llamados a proteger.
La violencia a que nos han sometido
Nuestras familias perdieron sus viviendas, tierras de cultivo, los caminos a los que teníamos libre acceso y la flora y fauna, como toda la naturaleza, ha sufrido la devastación. Nuestros niños y niñas escolares deben caminar hasta por tres horas para llegar a un salón de clase, tenemos enfermedades que no son de interés para el MINSA y las comunidades hemos quedado dispersas, disgregadas, desplazadas hacia lugares donde la empresa minera, en conjunto con los gobiernos, nos han expulsado.
Hemos resistido y sufrido las consecuencias de la subordinación de los gobiernos al capital transnacional y de todos estos años de explotación ilegal de Minera Panamá. Esta empresa, además del desplazamiento obligado al que nos ha sometido, nos mantiene en condición de aislamiento y amenazas continuas de desalojo, porque quieren usar nuestras tierras para construir nuevas tinas de relave. Por nuestra condición de empobrecimiento somos comunidades excluidas de los deficientes servicios que brinda el Estado, tales como la salud y la educación. Además, el transporte es controlado por la empresa en sus salidas y entradas, mediante un carnet que han impuesto para tal fin.
Hoy, como parte del pueblo panameño nos encontramos en la lucha por el cierre de la minería y el extractivismo en Panamá, en las mismas entrañas del Corredor Biológico Mesoamericano. Hemos vivido en carne propia la afectación en nuestra salud. Las quebradas y los ríos que nos brindan agua para vivir están contaminadas, hemos visto la perdida de las especies, la baja productividad de la tierra y por ello rechazamos la práctica minera en todo el territorio nacional, porque nuestras vidas son lo más valioso.
Hombres y mujeres de las comunidades decidimos levantarnos y cerrar las vías de acceso al área de explotación de los campamentos mineros. El gerente de la mina ha venido a los puntos de protesta con discursos demagógicos, engañosos y mal intencionados para que levantemos los tranques, siendo rechazado por nosotros. Posterior a ello nos han agredido físicamente con sus agentes privados de seguridad, mostrando su verdadero rostro colonial y represivo.
Exigimos al pueblo en la calle mantener la lucha hasta desterrar a Minera Panamá de nuestro país.
Con la Patria y por la Tierra.
Francisco Pérez y Milciades Abrego
Panamá, 5 de noviembre d
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