Y en Panamá para cuando volvemos al IRHE y al INTEL porque la privatización solo ha beneficiado a los dueños de las concesiones y al pueblo panameño le ha costado cargar una pesada cruz.
Con la mayoría calificada de Morena y sus aliados, el Senado de la República aprobó pasada la medianoche, la reforma constitucional que regresa a Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) su carácter de empresas públicas y que permite que el Estado mexicano retome el control de sus recursos energéticos.
La votación en lo general fue de 86 votos a favor, 39 en contra y una abstención, esta última de la senadora de MC, Amalia García. El presidente de esa cámara, Gerardo Fernández Noroña, la remitió de inmediato a los congresos de los estados.
El debate se prolongó por más de casi ocho horas y giró en torno a dos proyectos confrontados, el los senadores de la 4T, que defendieron esa iniciativa del ex presidente Andrés Manuel López Obrador, bajo el argumento de que se recupera la soberanía energética y el del PRI y PAN, que insistieron en que se trata de una “contrarreforma” que viola el T-MEC ahuyenta la inversión privada y agravará la contaminación por el uso de energías “sucias”.
El presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, Oscar Cantón Zetina, resaltó que el objetivo de esa reforma es “revertir el error histórico “, que constituyó la reforma energética de Enrique Peña Nieto, la que abrió la puerta a la privatización del petróleo y la electricidad.
La modificación a los artículos 25, 27 y 28 constitucionales, propuesta en febrero pasado por el expresidente López Obrador, agregó, devuelve la soberanía energética al país, ya que establece que la electricidad, los hidrocarburos, el litio y el internet no serán más objeto de especulación y acaparamiento por intereses privados.
“Serán como debieron ser siempre bienes y recursos naturales al servicio del desarrollo nacional”, agregó el senador Cantón Zetina.
Por su parte, el presidente de la Comisión de Estudios Legislativos, Enrique Inzunza, explicó que parte fundamental de la reforma es que la CFE tendrá “prevalencia” sobre las empresas privadas que operan en el sector, a fin de que pueda cumplir con su función social y mantener tarifas accesibles
Ello, expuso, “a fin de revertir el modelo neoliberal con el que opera aún el sistema eléctrico nacional en el que se prioriza el crecimiento económico y se favorece a las empresas privadas, a las que sólo interesan el lucro y las ganancias”.
Resaltó que antes de la reforma de Peña Nieto del 2013, la CFE generaba el 63 por ciento de la electricidad, mientras las empresas privadas el 37 por ciento, tendencia que se invirtió al final de ese sexenio y dejó a la Comisión Federal de Electricidad “en una posición desventajosa, con pérdidas significativas, lejos de su misión de proporcionar electricidad como un derecho público.
Los legisladores de PRI y PAN, entre ellos Claudia Anaya, resaltaron que el paso de Pemex y CFE de empresas productivas del Estado a empresas públicas, hará que sus grandes deudas también se conviertan en públicas.
En respuesta, legisladores de la 4T Morena hicieron notar que lo que defiende la oposición son los negocios “sucios” con energías limpias., con que se han enriquecido. “Son bisneros”, les dijo el petista Gonzalo Yañez.
La senadora del partido guinda Judith Díaz les recordó los sobornos de 120 millones de pesos a los legisladores del PRIAN, que aprobaron la reforma energética de Peña Nieto hace once años.
Durante el debate salió a relucir también la sentencia por narcotráfico a Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública en el sexenio de Felipe Calderón. Las morenistas Andrea Chávez y Julieta Ramírez pidieron que el ex mandatario que vive en Madrid, asuma también su responsabilidad
La discusión del dictamen se inició cerca de las cinco de la tarde de este miércoles, se aprobó en lo general pasadas las 23 horas y en lo particular poco después de la medianoche.
(Tomado del Diario La Jornada de México)
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