Minera Panamá continúa socavando el Estado de Derecho en Panamá

Por: José Dídimo Escobar Samaniego

Con la complicidad del Ministerio Público, que ante muchas denuncias interpuestas por abogados y ciudadanos y con el conocimiento de que hace más de cinco años, Minera Panamá, subsidiaria de First Quantum Minerals Ltd, empresa canadiense, actúan en Panamá al margen de la Ley, pues no les acompaña ningún derecho, no obstante, ninguna denuncia ha prosperado, ni se conoce alguna solicitud al Sistema Penal Acusatorio para la realización de alguna audiencia de imputación, ni nada parecido, a pesar de que, la violación de la Ley expone gravemente la seguridad jurídica, debilita gravemente nuestro Estado de Derecho y agrede a la democracia.

Desde diciembre de 2017, cuando se ejecutorió y quedó en firme la decisión del pleno de la Corte Suprema que declaró inconstitucional el contrato minero que le servía de fundamento legal a Minera Panamá, una demanda interpuesta diecinueve años antes, en 1998, por la Abogada Serracín y el Abogado Sevillano, y que, al pasar a ser cosa juzgada, tuvo los efectos de liquidar y fenecer por virtud del fallo, toda legalidad que antes argüían, pero que ahora dejó de existir.

Al no haber contrato o fundamento legal desde entonces, toda la acción de la empresa en Panamá, entra dentro del marco de lo que es claramente un hecho punible, caracterizado por un amplio y claro desacato a una decisión judicial que la Ley obliga a su fiel cumplimiento, so pena de recibir las consecuencias jurídicas que surgen de la acción antijurídica y culpable, es decir de la ejecución de cualquier delito.

Cada día que pase, sin que la empresa sea sometida y se ajuste al cumplimiento de la Ley, su rebeldía, le causa multimillonarios perjuicios al país, dado que el despojo diario que efectúa al patrimonio de los panameños, asciende a casi 30 millones de dólares por día.

El resto de las autoridades panameñas siguen una conducta que cohonesta el delito de la empresa y le causa serios y graves perjuicios al patrimonio nacional. Ojalá estos hechos que configuran un serio daño a la institucionalidad democrática del país, puedan encontrar la valentía y la consecuente restauración de todo el daño que hoy se le causa a la patria panameña.

¡Así de se sencilla es la cosa!

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