El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por Ramiro Guerra M.
Jurista, escritor y cientista político.
No tengo la menor duda, que el movimiento Vamos, es un producto de la grave crisis institucional, sobre todo la casi absoluta pérdida de legitimidad social de la asamblea nacional.
Cierto, todos los órganos del estado sufrieron igual un deterioro, un proceso que viene de arrastre, pero que en este último quinquenio, hizo síntesis.
Este grupo de jóvenes, supieron manejar eficientemente el discurso anticorrupción y sobre todo el malestar del pueblo contra la asamblea que, devino en el eslabón débil del agotamiento por los lados de la institucionalidad.
El movimiento Vamos, sin embargo, surge con un talón de Aquiles. Lo que resultó su fortaleza en las elecciones y que dió como resultado 20 escaños en la Asamblea, eventualmente pudiera constituirse en una especie antípoda, dado que los escenarios político – sociales que de seguro sobrevendrán, no podrán sortearse solo con un discurso anticorrupción.
Por los lados del movimiento Vamos, observo un discurso lejos de lo que se caracteriza como fundamental de la población. Temas como el alto costo de la medicina, los bajos salarios, precios draconianos de la comida, el grave problema de la escasez de agua, vivienda etc.
Igual el país tiene desafíos grandes relativos a la lucha por la dignidad de la patria, y su soberanía.
¿Sabrán los miembros del movimiento Vamos, que el país está sometido a intereses foráneos, sobre todo de los Estados Unidos, mediando acuerdos suscritos por el gobierno saliente con los USA.
Igual el movimiento Vamos, me imagino, deben saber que el gobierno electo, procurará comprometerlo en una agenda que no necesariamente pasa por los intereses populares- democráticos.
Al movimiento Vamos, se le vienen grandes desafíos.
- Evolucionar hacia un programa de acción democrática y popular o
- Alinearse con un gobierno dada su alianza con el empresariado nacional (sectores oligárquicos), lo que llevará al movimiento Vamos a un rápido desgaste y desencanto. No todo se reduce a mejorar la imagen y transparencia de la asamblea.
Puede ser que evolucionen hacia constituirse en un partido. Caracterizarlo ahora, es muy temprano.
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