Panameñas Virtuosas
Jaime Flores Cedeño
Prof. de filosofía e historia/abogado
La Revolución francesa de 1789, trajo consigo de manera conceptual una época donde los derechos humanos y políticos eran posible, todo ello, influenciado por los filósofos de la Ilustración, los cuales por medio de sus cuestionamientos al sistema feudal y eclesiástico imperante lograron impulsar cambios revolucionarios en la forma de concebir al mundo.
A pesar de estos avances, Europa continuó durante el siglo XIX viviendo bajo una política de violación a los derechos humanos, de forma esencial, en el ámbito laboral. En esta faena los hombres, mujeres y niños, tenían que permanecer en las fábricas hasta 16 horas en lugares insalubres y con salarios que no les alcanzaba para subsistir, era una época caracterizada por el ascenso del industrialismo capitalista. Esta realidad hizo surgir manifestaciones en distintas partes del mundo, especialmente, de mujeres trabajadoras, como la que se dio el 8 de marzo de 1857, en una fábrica textil en Nueva York, que contó con la participación de miles de personas. Las protestas se extendieron en los años sucesivos por distintas partes del mundo generando el arresto y la muerte de miles de mujeres.
Ante este panorama, América Latina, no fue la excepción, en los extenso del continente se produjeron protestas que reclamaban mejores condiciones laborales para las mujeres e igualdad de derechos ante los hombres. En el caso de Panamá, recordamos a la dirigente sindical Marta Matamoros, quien en las décadas del 40 y 50, alzó su voz a favor de un trato más humano para los trabajadores en los talleres, por salarios justos, derecho a la sindicalización, e instalaciones adecuadas y seguras. Defendió a las mujeres trabajadoras que en aquella época no contaban con un fuero de maternidad, situación que las forzaba a trabajar días antes de la gestación. Las luchas se dieron por medio de negociaciones, paros y huelgas, pero con una firme unidad y organización. Se logró, finalmente, que los constituyentes de 1946 introdujeran en la Carta Magna de ese año parte de las reivindicaciones planteadas, incluyendo el fuero maternal, regulado de manera similar en el Código de Trabajo de 1947.
El liderazgo de la mujer panameña no solo se plasmó a nivel sindical, sino también, en otras facetas que son dignas de recordar. En la poesía se destacó Amelia Denis de Icaza (1836- 1911). Su composición poética describe aspectos sustanciales de nuestra sociedad enfocados bajo un sentido patriótico. Su poema más conocido es, “Al cerro Ancón”, publicado en 1906. En sus versos se trasluce su nostalgia al ver cómo esa insigne obra de la naturaleza había sido tomada por los estadounidenses con la construcción del Canal.
En el área del derecho descolló, Clara González de Behringer (1900- 1990), fue la primera mujer licenciada en Derecho de Panamá y la primera de América Latina en obtener el título de doctora en leyes por la Universidad de Nueva York. Luchó a favor de la igual de las mujeres y por el derecho al voto. Tuvo una magnífica labor en la organización Tribunal Tutelar de Menores.
Sara Sotillo Guillén (1900- 1961), maestra de profesión, se preocupó por el bienestar de los educadores y de los estudiantes. Fue dirigente magisterial, impulsora de la ley Orgánica de Educación de 1946. Fundadora del Magisterio Panameño Unido y directora de la primera campaña de alfabetización, defensora de los derechos de la mujer.
Gumercinda Páez (1910- 1991), maestra de profesión y graduada en humanidades en la Universidad de Panamá. Fue una de los dos primeras constituyentes que tuvo la República de Panamá junto a Esther Neira de Calvo. Ambas fungieron igual como diputadas. Tanto Páez, como Neira, llevaron a efecto una positiva labor parlamentaria proponiendo leyes de carácter social y educativo. Páez, perteneció a la Asociación de Maestros de la República y formó parte de la Asociación de Mujeres Universitaria.
Esther Neira de Calvo (1890-1978), educadora panameña, constituyente y diputada de la República. Fue fundadora de la “Sociedad Nacional para el Progreso de la Mujer’’ y de la ‘’Liga Patriótica Femenina”. Defensora de los derechos de igualdad de la mujer. En 1965, desempeñó el cargo de representante suplente y Embajadora ante el Consejo de la OEA.
Reina Torres de Araúz, (1932- 1982), sus estudios en materia antropológica constituyen una fuente de obligado estudio en Panamá. Escritora y ensayista, fundó en 1962 el Centro de Investigaciones Antropológicas de la Universidad de Panamá. Entre sus obras resaltan: Panamá indígena, arte precolombino panameño y Darién: etnología de una región histórica. En el 2020 la revista National Geographic, la distinguió como una de las mujeres más notables a escala internacional.
De manera similar, hubo en Panamá otras mujeres que engrandecieron a la Patria con sus obras y acciones como: María Olimpia de Obaldía, Nicole Garay, Matilde de Obarrio, Ernestina Sucre de Tapia, Lola Collante, Georgina Jiménez de López, Stella Sierra, Thelma King, Esther María Osses, Dora Pérez de Zárate, Diana Morán, Elsie Alvarado de Ricord y Rosa María Britton.
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