Juan Jované
La reciente designación del nuevo Director General de la CSS, anunciada por el Presidente en su conferencia de prensa del jueves 8 de agosto, constituyó un nuevo hito en el avance del plan Mulino – Conep, destinado a eliminar la solidaridad y el carácter público de la CSS. Esto queda claro si se tienen en cuenta las verdaderas razones de esta designación.
Para comenzar es importante no solo recodar que el actual gobernante desde el principio señaló que haría un gobierno pro empresa privada. También es importante destacar que el Sr. Mon ha sido, desde siempre un vocero de las posiciones del Conep en torno al sistema de pensiones. El mismo participó activamente, como uno de los ideólogos principales, en la formulación y aprobación de la Ley No 51 del 27 de diciembre de 2005, que introdujo, por primera vez en la CSS, las cuentas individuales, la que, además, creo las condiciones para la destrucción del modelo solidario de pensiones.
En cuanto a la posición del Conep, elemento central en el plan de liquidar las pensiones solidarias, se debe señalar que, en su Visión 2050 Actualizada (2024), este organismo de la cúpula empresarial – oligárquica, se propone una transformación del sistema de pensiones, el cual se adecúe a su interés de obtener mayores ganancias para su acumulación de capital.
En este sentido, se propone un conjunto de cambios paramétricos, los cuales implicarían, elevar la edad de jubilación, un aumento del costo de las cuotas, un incremento de los años obligatorios de cotización y una reducción del monto de las pensiones. Además, propone que todas las cotizantes mujeres de 45 años o menos pasen directamente a un sistema de cuentas individuales, a la vez que todos los cotizantes hombres de 50 años o menos deberán pasar a esta modalidad de pensiones. También como lo ratificó el presidente del Conep en entrevista realizada por el diario La Estrella de Panamá (8/08/2024), este organismo aboga por el manejo privado de los fondos de la CSS. El mismo, al referirse a la administración del fondo de pensiones, declaró que “no descarta incluir en la discusión una gestión privada del mismo”.
El señor Dino Mon, ahora designado por Mulino para el cargo de Director General de la CSS representa la forma más radical y exacerbada de la posición del Conep y el actual gobierno. Este en una entrevista realizada hace algunos años propuso lo siguiente: elevar el nivel de la cuota de IVM de 13.5% del salario mensual al 18.5% (es bueno recordar que el 68.5% de esta cuota la aporta directamente el asalariado; aumentar los años de cotización de 20 años (240 cuotas) a 35 años (420 cuotas). Es obvio que se trataría de un duro golpe a la ya maltrecha economía de los hogares de los trabajadores, en un contexto en que un enorme número de asalariados no alcanzarían las cotizaciones necesarias para pensionarse.
El señor Mon muestra aún una mayor radicalidad en el caso de la reducción de las pensiones. En entrevista que realizara la periodista Sabrina Cabral el domingo 7 de julio, no solo se mostró favorable a pensiones reducidas para los futuros pensionados. También habló de la posible necesidad de reducir las pensiones de los actuales pensionados entre el 40.0% y 50.0%. A nuestro juicio, se trata de una posición carente de humanidad.
En la entrevista citada, el señor Mon declaró no solo estar de acuerdo con las cuentas individuales, sino que siempre las había promovido, aduciendo, erróneamente, que un sistema de cuentas individuales puede incluir elementos de solidaridad, lo cual es totalmente falso, debido a que en este sistema de pensiones todos y cada uno de los riesgos los debe sufrir el asegurado. No queda duda que el señor Mon estaría de acuerdo con el manejo privado de los fondos de pensión.
Es importante destacar que se trata no de medidas necesarias, sino de medidas adecuadas a los intereses del capital financiero. Los estudios que hemos realizados, con ayuda de un modelo econométrico, concluye que, reduciendo moderadamente la evasión de impuestos del sector empresarial, junto a una política activa para evitar la evasión y elución de cuotas, acompañada de un incremento factible en la reducción de la informalidad y de un incremento de los fondos de la CSS, sería factible volver al sistema solidario con una base financiera sólida. Los medios de comunicación de los sectores dominantes han hecho un tenaz esfuerzo por evitar la discusión de esta posición.
Aún estamos a tiempo para evitar que el virus neoliberal termine por destruir la CSS. Para esto necesitamos divulgar la realidad y organizar una resistencia ciudadana al plan Mulino – Conep. De inmediato debemos oponernos a la ratificación del señor Mon en la Asamblea Nacional.
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